Daniel Jaén Arenas

Responsable de RRHH y PRL de Darégal Ibérica y miembro de AEDRH

No soy filósofo ni tampoco ingeniero informático, realmente me dedico a las personas, a la dirección y gestión de las personas en las organizaciones, y a las personas dirijo este texto o reflexión en el que sugiero que ayudemos a la IA de hoy para el día de mañana, identificándola como una excelente herramienta para que ayude a futuras generaciones mediante el gran potencial que tiene la DIVERSIDAD GENERACIONAL que tanto trabajamos con las personas humanas en las Empresas.

Esta idea me viene dada como respuesta a la siguiente cita del escritor y periodista francés Olivier Guez: “Cada dos o tres generaciones, cuando se agosta la memoria y desaparecen los últimos testigos de las masacres anteriores, la razón se eclipsa y otros hombres vuelven a propagar el mal”.

Las herramientas que hemos tenido los humanos para dejar constancia de nuestra historia han sido diversas desde los yacimientos prehistóricos, pasando por las hazañas contadas en piedra como en el Antiguo Egipto o la utilización de la escritura en diferentes formas e idiomas,… pero, una cosa son las herramientas y otras son lo que nos cuentan esas herramientas pues en muchas ocasiones, se han utilizado para interpretar o tergiversar la realidad según tendencias religiosas, ideológicas, culturales o políticas, etc. Los humanos creábamos así las primeras “fake news”.

Hoy en día, con la creación de grandes servidores informáticos capaces de digitalizar y almacenar infinidad de datos es la herramienta de la que disponemos para que se garantice que la historia y la información de lo aprendido durante generaciones anteriores perdure en el tiempo (salvo que las ciberguerras o piratas informáticos la eliminen parcialmente o por completo) algo que históricamente, los humanos, siempre nos hemos ocupado de hacer ya sea desvalijando tumbas, quemando libros y bibliotecas por el bando que “ganó” una guerra.

Es por esto, que veo como una oportunidad a la Inteligencia Artificial (IA) para que precisamente no dejemos sólo en manos de los humanos lo qué se cuente a las siguientes generaciones.

Pero ¿¿¿cómo hacerlo???… A través de la DIVERSIDAD GENERACIONAL, dándoles las herramientas adecuadas (público- privadas) como podrían ser las siguientes:

  • En el ámbito privado serían las grandes compañías informáticas a nivel mundial las que, alimentando su interés previamente (vía rentabilidad para saciar a las Generaciones X e Y) deben de tomar parte necesaria en dicha encomienda como “tratadores y custodiadores de datos” que “maneja” la IA.
  • En el ámbito público deben “marcar las reglas de interpretación de los datos que utiliza la IA desde los servidores” a través de la aportación de la filosofía, la ética y los valores. Esta herramienta debe ser liderada por humanos (humanos retirados de la vida activa –entendida como actividad laboral- con experiencia contrastada y multidisciplinar, es decir, los Baby Boomers y los primeros X). Creo que una buena herramienta son los Consejos Económicos y Sociales que existen tanto a nivel local como autonómico, nacional, comunitario o mundial.
  • Como complemento conocemos que las entidades educativas a nivel mundial (público-privadas) están desarrollando itinerarios formativos a las nuevas generaciones (Generación Z, Alfa y Beta) para tener una base ética, filosófica o de valores para ser utilizados ante la IA, léase el ejemplo del desarrollo de nuevos dobles grados universitarios que fusionan las Matemáticas y la Filosofía, algo impensable hace no muchos años.

Me gustaría creer que tenemos ante nosotros una grandísima oportunidad con la identificación de esta excelente herramienta que es la Inteligencia Artificial para ayudar hoy a las futuras generaciones. ¿Seremos capaces los humanos de generar, de una vez por todas y a través de la IA, una excelente herramienta para que no se pierda la memoria, se interpreten adecuadamente nuestros propios datos y que no caigamos una vez más en volver a propagar el mal cíclicamente cada dos o tres generaciones?