La Reserva Federal ha aumentado sus tipos de interés oficiales en 25 puntos básicos, hasta el 5,25%-5,50%, tal como se esperaba, y ha mantenido un tono agresivo en su comunicado. La puerta sigue abierta a una nueva reunión en septiembre para decidir una pausa o una nueva subida de los tipos de interés oficiales.
M. Powell ha tratado de equilibrar el debate en torno a las próximas decisiones: la inflación subyacente sigue siendo demasiado alta y la mano de obra demasiado ajustada para que la situación sea más confortable, pero los riesgos son ahora «hacer demasiado» en los tipos, especialmente si el objetivo es generar sólo un aterrizaje suave, lo que significa que no haya un repunte importante de la tasa de desempleo.
Observando las respuestas más detalladas dadas por M. Powell sobre la evolución del escenario (es decir, crecimiento, inflación y mano de obra), parece bastante claro que el presidente de la Fed está a favor de la pausa, pero es demasiado pronto para decirlo en voz alta a los mercados.
Puede que la próxima reunión de Jackson Hole, prevista para finales de agosto, sea el lugar ideal para que M Powell proponga puntos de vista más personales e impulse las expectativas con mayor comodidad. Pero, por el momento, como la inflación podría seguir siendo volátil con los precios de la energía y la mano de obra todavía ajustada, M. Powell quiere tener libertad para manejar las expectativas por su propia agenda.
La visión restrictiva que ha mantenido hoy la FED también podría ser una advertencia para los mercados monetarios que ya esperan importantes recortes de tipos en marzo-mayo del próximo año. Dado que M. Powell declaró que el camino hacia una inflación del 2% puede llevar un período de tiempo más largo, es peligroso esperar un recorte rápido y considerable de los tipos en el 1T-24, especialmente si la economía estadounidense evita cualquier recesión y se mantiene en un escenario de aterrizaje suave.