En un mundo empresarial donde la innovación tecnológica avanza a un ritmo vertiginoso, la adopción de la Inteligencia Artificial (IA) se presenta como un factor crucial para mantener la competitividad y fomentar el crecimiento, pero su integración en las compañías no está exenta de desafíos. Así se muestra en el último estudio del Institute for Business Value de IBM, realizado a más de 3.000 CEOs de 30 países, que deja ver cómo los directores ejecutivos tienen que encontrar el equilibro entre arriesgarse y ser valientes para integrar la IA con éxito. Los resultados, tanto en su enfoque global como a escala nacional indican que, para lograrlo, los líderes empresariales necesitan crear una cultura y una estrategia adecuadas dentro sus organizaciones.

Las consecuencias de no hacerlo ya están notándose en algunas compañías. El estudio reveló que el 61% de los ejecutivos a nivel global están presionando internamente para acelerar la adopción de la IA generativa, incluso más rápido de lo que algunos empleados pueden sentirse cómodos. En España, esta cifra es aún más reveladora, ya que el 58% de los CEOs afirman que sus equipos poseen las habilidades necesarias para incorporar esta tecnología, pero son pocos los empleados que comprenden completamente su impacto en la plantilla y la cultura empresarial.

“Sin las personas y la cultura adecuadas, el progreso será lento”, esta frase de Matt Candy, Global Managing Partner de IBM Consulting resume bien la situación. Es vital contar con una mentalidad cultural que apoye la integración tecnológica, de otra manera los esfuerzos por implementar la IA generativa pueden verse obstaculizados por la resistencia interna y la falta de comprensión sobre sus beneficios y desafíos.

Los CEOs deben entender que el éxito de la IA generativa no depende de la tecnología en sí, sino de su adopción por parte de las personas. Son las empresas que invierten en capacitar a sus empleados y en comunicar claramente los beneficios de la IA las que consiguen ver una adopción más rápida y efectiva. En este contexto, la formación se erige como un pilar cada vez más importante. En IBM, hemos desarrollado programas como Skills Build, que ofrecen formación en áreas digitales para jóvenes y personas en busca de empleo, anticipándonos así a esta necesidad de recualificación de la plantilla cada vez más presente.

Y si la formación es importante, la creación de una cultura empresarial que fomente la adaptabilidad y una mentalidad abierta lo es aún más. Establecer un ambiente donde el aprendizaje constante y la innovación no solo estén permitidas, sino que se promuevan activamente es esencial para el éxito en la integración de la IA.

El contexto que nos rodea ha cambiado. Vivimos en un mundo que evoluciona mucho más rápido de lo que a veces podemos encajar, por lo que es normal que tecnologías tan disruptivas como la IA generen incertidumbre. Las empresas no deben evitarlo, pero sí abordarlo. Crear un sentido de propósito compartido, donde cada miembro del equipo entienda cómo la IA puede mejorar su trabajo es la mejor manera de lograr que cada innovación beneficie a todos.

La buena noticia es que este mensaje va calando poco a poco y son cada vez más los CEOs que adoptan esta estrategia en sus empresas. La transformación cultural es vista ahora como un factor clave para convertirse en una organización basada en datos.

En última instancia, la integración exitosa de la Inteligencia Artificial en la cultura empresarial no solo representa un avance tecnológico, sino un cambio profundo en la forma en que concebimos el trabajo y la innovación. Sin duda es un desafío exigente, pero a cambio, las compañías que tengan la capacidad de superarlo y abrazar ese cambio cultural estarán posicionadas para aprovechar todo el potencial que nos depara la IA, transformándose en los nuevos líderes de sus sectores.