Google tiene más del 90% de la cuota de mercado mundial de las búsquedas realizadas en los buscadores de internet y hasta ahora parece que no había modo ni tan siquiera de hacerle sombra, pero tras 25 años no parece que haya ofrecido un cambio tecnológico destacado mientras vivimos una revolución con la inteligencia artificial, esto da opciones a sus competidores y algunos como Microsoft ya se están posicionando.
Según afirma la tecnológica murciana GOWtech dedicada a la transformación digital de las empresas; la próxima generación de buscadores va a poder procesar en tiempo real grandes volúmenes de información recogida de internet para proporcionar respuestas precisas, acompañadas de visualizaciones y presentaciones de datos para hacer que la información sea más precisa y fácil de entender, a la vez que las respuestas podrán refinarse conversando en lenguaje natural.
Ha llegado el momento de que los buscadores se conviertan en consultores o buscadores conversacionales en lenguaje natural, de que ofrezcan una respuesta más parecida a la que daría una persona y dejar atrás ese largo listado de páginas que nos muestra el buscador como si aún estuviéramos en los años 90. Páginas que realmente son sugerencias y que tendremos que visitar para resolver las dudas, localizar respuestas y en definitiva buscar individualmente dentro del propio resultado de búsqueda para encontrar lo que le pedíamos al buscador y podía haber sido ofrecido desde el principio.
Google consiguió posicionarse como la mejor opción indiscutible para realizar búsquedas en internet principalmente por desarrollar el mejor motor de búsqueda, pero ya le hace falta un gran cambio que le permita mantener el liderazgo. Desde su aparición, del buscador de Google en 1998 no ha presentado un cambio a la altura de la tecnología moderna. Si bien, hemos visto mejoras en su interfaz, también el listado de resultados al incluir otro tipo de contenido como mapas, vídeos o noticias, mayor velocidad en la indexación de nuevas páginas y pequeñas funcionalidades de inteligencia artificial como la opción de búsqueda por voz y la búsqueda predictiva, sin embargo, no ha presentado un cambio con el que poder defender su hegemonía.
Google dispone de los recursos para hacer el cambio, pero puede haberse relajado demasiado. Quizás esté más centrado en estar exprimiendo los beneficios de los anuncios antes que mejorar la experiencia del usuario, o quizás tenga miedo de desestabilizar un mercado que controla a la perfección. Hasta ahora se la podido permitir esa pasividad apoyado por su condición preferente en sus productos Android y Chrome, y ser el motor de búsqueda predeterminado en Apple a base de talonario. El problema de mantenerse el primero por imposición en lugar de por elección del usuario es la fragilidad del puesto y la velocidad con la que se producen los cambios, pudiéndole pasar factura si no reacciona a tiempo.
Un ejemplo de este descuido de Google es la postura de Microsoft, que ha visto una oportunidad para quitarle cuota de mercado y se ha lanzado a comprar participaciones de OpenAI para liderar el cambio, en lo que puede ser la nueva generación de buscadores conversacionales.
Architext fue el primer directorio web en el 94, aunque la expansión de los directorios web llegó con Yahoo al mejorar la interfaz gráfica y que posteriormente compraría a Architext. Sin embargo, tan solo un año después, en el 95 AltaVista le iría comiendo terreno gracias a su capacidad de indexación y mejora en el algoritmo de búsqueda.
La historia se repitió y Google logró desbancar a AltaVista, principalmente porque mejoró significativamente la eficiencia de su algoritmo de búsqueda y desde entonces, ha sido el motor de búsqueda más utilizado. ¿Es el momento del relevo generacional? Si no mejora, si no muestra un gran cambio, puede perder su hegemonía, viéndose superado por la competencia como hizo él mismo hace 25 años, una nueva generación que ofrece una interacción más natural, que proporciona información más detallada, más adecuada que da como resultado un usuario con una mejor experiencia.
Existen precedentes en los que grandes empresas tecnológicas caen precipitadamente siendo absolutas dominadores del mercado. Podemos recordar cómo Kodac, líder durante casi 130 años de la venta de cámaras e implementos fotográficos y habiendo desarrollado el primer prototipo de cámara digital, se hundió por haber desechado la opción de su comercialización, dando la oportunidad a sus competidores de abrir un nuevo mercado, que llegaría a ser el futuro perdiendo así su condición de ser la referencia en tecnología fotográfica.
La comprensión del lenguaje natural ha evolucionado enormemente, como puede probarse con ChatGPT, permitiendo que podamos no solo realizar consultas de una forma natural, sino también la de ir afinando la búsqueda a partir de cada respuesta, como si de una conversación se tratara y esto debe marcar un punto de inflexión, un cambio en las funcionalidades de los buscadores.
Hay que mejorar la experiencia del usuario, perdemos mucho tiempo buscando y también hay que facilitar el acceso de la información a quienes tienen dificultades de accesibilidad, proporcionando directamente una respuesta desde el buscador sin tener que estar navegando entre multitud de páginas.
La nueva generación de buscadores, a los que podríamos llamar consultores, va a tener la capacidad de clasificar el tipo de búsquedas por su cualificada comprensión del lenguaje natural, distinguiendo si deben proporcionar una explicación, un dato específico, resultado a un problema, si se trata de una búsqueda transaccionar con una avanzada capacidad de filtro con un posterior refinamiento sobre la búsqueda o si es para obtener un contenido multimedia.