FDSBB

Ricardo Zion

Profesor de Finanzas de EAE Business School.

Cuando allá por el mes de Julio y durante el debate sobre el estado de la nación, el presidente Sanchez anunció un impuesto extraordinario, pero temporal, sobre las energéticas y la banca, las entidades afectadas montaron en cólera. De hecho, la mayoría de las entidades financieras dudan de su constitucionalidad y han recurrido la medida ante los tribunales.

En el caso de los bancos, el nuevo impuesto grava con un 4,8% el margen sobre intereses y las comisiones netas. Se limita a aquellos bancos que facturan por estos conceptos al menos 800 millones de Euros, lo que en España se traduce en nueve entidades.

El gobierno pretende recaudar unos 3000 millones de Euros durante los dos años de vigencia del impuesto. Así lo parece confirmar primer pago a cuenta que bancos y eléctricas han tenido que afrontar y que ha ascendido a 1455 millones, de los cuales 817,4 millones corresponden al gravamen de las energéticas y los 637,1 millones restantes al de la banca.

El impacto del impuesto sobre la banca va por barrios. Dado que en el caso de la banca el impuesto se calcula sobre el negocio en España, el efecto sobre aquellas entidades con un negocio más doméstico es mayor. De esta forma, de las tres grandes entidades españolas es CaixaBank la que se ve más afectada ya que sus principales competidores BBVA y Santander, generan más del 50% de su negocio más allá de nuestras fronteras. Sobre el resultado del 2022 entre las tres entidades van a aportar 875 millones de Euros, llevándose Caixbank la peor parte con 400 millones de Euros.

De las entidades mas pequeñas, Unicaja ha sido la mas afectada, ya que con los 85 millones que tiene que aportar, ello supone mas de un 32% sobre su beneficio del año 2022 y el Banco Sabadell que con una aportación al graven de 70 millones, supone casi un 20% sobre su beneficio del año 2022.

Dado el bajo peso específico que el impuesto ha demostrado tener el caso del Banco Santander, con un 3,29% sobre sus beneficios y en el BBVA con un 3,50%, a pesar de que para Caixabank ha supuesto casi un 13%, el Banco de España acaba de estimar que el efecto del impuesto supondrá un 5% del resultado neto consolidado de los bancos afectados. Del ingreso estimado por el gobierno, el 74,6% lo abonarán los seis bancos cotizados del Ibex 35, hasta 1.120 millones de euros, según las cuentas del primer trimestre, donde ya se contabiliza el pago anual del gravamen. El primer pago a cuenta se ha realizado en febrero, correspondiendo el siguiente plazo de liquidación en septiembre.
Habrá que esperar mucho tiempo hasta que se dilucide la batalla legal para determinar la constitucionalidad o no de estos impuestos. En el caso de que el gobierno tuviese que devolver a los bancos y a las eléctricas los importes liquidados, esto sería como el maná caído del cielo.

La banca y las eléctricas siempre están en el foco cuando se habla de sus beneficios. A pesar de la tentación de seguir engrosando las arcas del estado, más en época electoral, no parece que este tipo de medidas seanextensible a otros sectores.

Pero lo que si parce cierto que el impacto en la banca, salvo algunos casos aislados, no ha sido tan severo como lo pintaban. En un escenario como el que estamos viviendo no parece descabellado que los bancos, que en la anterior crisis eran parte del problema, ahora sean parte de la solución. Y es que los beneficios del primer trimestre del 2023 que han publicado los bancos y a pesar del efecto del impuesto, han sido por regla general espectaculares, con entidades como BBVA (+ 39,4%) ,Bankinter (+37%) y CaixaBank (+21%) mostrando beneficios récord. Y es que los bancos solo han trasladado la subida de tipos de interés al activo, pero siguen sin remunerar el pasivo. Además, la tan temida mora, sigue bajo control. La banca siempre gana …..quizás demasiado.