La nueva sociedad ha diluido el concepto de propiedad y, en su lugar, ha tomado fuerza una nueva tendencia cada día más arraigada en todos los estamentos sociales: el pago por uso. Este concepto de usabilidad ha llegado a todos los aspectos de nuestra vida, y el mundo de la automoción no es ajeno a ello. De hecho, entre los conductores crece la idea y la necesidad de disponer de un vehículo sólo para cubrir sus desplazamientos en cada momento, tanto a nivel personal como profesional.
Efectivamente, el 90% de los españoles reconoce hoy en día al renting de vehículos como una alternativa real de movilidad. De ellos, más de la mitad de los conductores estarían dispuestos a cambiar su vehículo en propiedad por un modelo de pago por uso, ya sea suscripción, renting, carsharing, carpooling u otro tipo de fórmula. Asimismo, el renting ha sabido jugar sus cartas y posicionarse de forma excelente en el mercado para atender las necesidades de la movilidad de los usuarios con la mejor de sus bazas: la adaptación y la flexibilidad.
La adaptación de esta fórmula a los diferentes contextos sociales ha favorecido su crecimiento: desde sus inicios para cubrir las necesidades de las flotas de grandes empresas, adaptándose a los niveles de productividad de las pymes y, más recientemente, a los intereses de los autónomos y particulares. El pago por uso ha facilitado a todos los conductores el acceso a vehículos más modernos, más sostenibles y avanzados tecnológicamente, sin la necesidad de realizar importantes desembolsos económicos y con la ventaja de poder cambiar de coche en un plazo de tiempo relativamente corto, de manera que el vehículo se adapte siempre a las circunstancias personales y profesionales de cada momento, con contratos flexibles que van desde los 6 meses a los 5 años, aproximadamente.
De esta manera, estas fórmulas de movilidad flexibles proporcionan una satisfacción plena a los usuarios ya que, además de cubrir sus necesidades de transporte, el pago por uso contribuye decidida y definitivamente al compromiso con la seguridad vial, con vehículos tecnológicamente más seguros; a la eficiencia en la conducción, ya que son más modernos; a la economía circular, ya que se le da varias vidas al vehículo; a la digitalización y a la gestión inteligente, ya que son vehículos conectados; y, por supuesto, a la búsqueda real de un modelo de movilidad más comprometido con el medio ambiente.
En este sentido, la implementación de la tecnología para establecer la movilidad sostenible es el motor que impulsa la I+D+i de la automoción en general y de las empresas del pago por uso en particular, posicionando a este sector como un agente activo en el cumplimiento de los ODS y los propósitos de la Agenda 2030.
Tal es el compromiso de la industria de la movilidad con la sostenibilidad, que ha focalizado todos los esfuerzos y recursos en este sentido, trabajando incansablemente para reducir la huella de carbono y conseguir la neutralidad climática. Y lo hace también a través de soluciones telemáticas, plataformas digitales, el uso del Big Data y la inteligencia artificial, que favorecen las gestiones de las flotas y fomentan la digitalización entre los usuarios, reduciendo consumos y mejorando la seguridad. Así pues, es evidente que, en este escenario, el pago por uso se posiciona como una fórmula de movilidad conectada que va a transformar para siempre la sociedad y que ya ha cambiado por completo la forma de vivir.
Las demandas de los ciudadanos, junto con la voluntad de las Administraciones Públicas, las empresas y otras organizaciones, han generado un ecosistema llamado a encauzar y a plantear propuestas de movilidad de vanguardia que van a contribuir definitivamente al avance de la transición hacia la descarbonización. Por todo ello, la oferta de movilidad que engloba el pago por uso va a optimizar las necesidades de transporte de los usuarios, va a cubrir las demandas de desplazamiento de todos los ciudadanos y va a mutualizar todos y cada uno de los servicios ofrecidos, consolidando y popularizando, tal y como venimos señalando, una movilidad conectada, multimodal y sostenible.