La Covid se ha cebado especialmente con las Pymes españolas. Nuestros datos indican que, durante el estado de alarma, más de la mitad (56%) suspendieron su actividad de forma parcial o total, provocando que el 36% viera sus ingresos mermados y que el 20% no facturara en absoluto. Por sectores, el más afectado fue la hostelería (90%) y por comunidades, Madrid (43%) y Cataluña (36%).
Si nos trasladamos a fechas más recientes, el informe que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha presentado en octubre habla de un crecimiento de la economía global del 5,9%, una décima menos que el previsto en julio, y del 4,9% para 2022.
Ante datos como estos, uno se pregunta: ¿es la situación económica y empresarial actual la más idónea para lanzarse a crear una empresa propia? Por paradójico que sea, la respuesta parece ser sí.
El emprendimiento crece en España pese a la pandemia
A pesar de la incertidumbre, durante el primer trimestre de este año, la creación neta de empresas fue un 57% superior a la de 2020 y, lo más interesante, un 8,6% mayor que en 2019. Por ciudades, el ranking lo lideran Madrid (43,7%) y Barcelona (30,6%), seguidas a mucha distancia por Valencia (9,3%) y Bilbao (6,8%).
Aparte del aire que pueden dar a los emprendedores iniciativas como la Ley de Empresas Emergentes o la Reforma del sistema de cotización de los trabajadores autónomos, es cierto que la pandemia no afectó a todos los sectores por igual, lo que también ha podido actuar como incentivo – según nuestros datos, el 25% de la Pymes no vio afectada su actividad por el confinamiento y el 13% la incrementó. Además, la inseguridad laboral podría haber espoleado la necesidad de ser autosuficientes y crear nuestro propio futuro.
Nuevos retos para los emprendedores
Como decía, la Covid no parece haber frenado el espíritu emprendedor de los españoles. Al contrario. Sin embargo, ahora se abre un nuevo desafío, la ley contra el fraude fiscal, que en ningún caso debe verse como una barrera al emprendimiento, pero sí refuerza la necesidad de llevar una gestión contable impecable.
A grandes rasgos, la Ley 11/2021 de 9 de julio, obliga a empresas y autónomos a disponer de soluciones informáticas que cuenten con procesos de contabilidad que aseguren que sus registros están íntegros y conservados, permanecen inalterables,
pueden ser trazados y son accesibles y legibles. El objetivo, evitar la manipulación de la contabilidad. La pena, multas de hasta 150.000 euros.
La clave, contar con el aliado perfecto
Lanzarse al mercado siempre es difícil. Abordar todos los frentes y hacerlo correctamente en un escenario como el actual, puede, incluso, resultar abrumador para muchos emprendedores. En este sentido, contar con un partner de confianza puede ser determinante. Desde hace cuatro décadas, en Sage ayudamos a las Pymes proporcionándoles las herramientas que necesitan para cumplir con las normativas. Nuestro software cloud y multiusuario Sage Contabilidad y Facturación es un buen ejemplo, ya que permite a empresas y autónomos controlar su negocio, desde cualquier lugar y en cualquier momento, directamente o invitando a su asesor.
Pero en Sage no queremos ser simplemente proveedores de soluciones. La palabra clave para nosotros es “acompañamiento” y su máxima expresión, la “Digitivación”. Creamos este concepto para eliminar barreras como la falta de recursos, de financiación o de conocimientos y, así, garantizar una reactivación económica más rápida, ágil, humana, flexible y sostenible, gracias a la digitalización.
De esta manera, ayudamos a Pymes y autónomos, también a los que están dando sus primeros pasos, a ser resilientes y formar alianzas estratégicas para crecer y maximizar su productividad, sin importar las disrupciones que puedan llegar. Y todo ello con el fin último de relanzar nuestra economía, incrementar la eficiencia de nuestro tejido empresarial y apoyar el bienestar individual.