La Fed cumplió con lo esperado al mantener estables los tipos de referencia en máximos de 22 años, encadenando tres reuniones sin cambios ante la subida de los tipos reales por la consistente caída de la inflación y el previsible enfriamiento económico esperado para los próximos trimestres. La moderación del consumo, el agotamiento del ahorro y el estrechamiento del crédito podrían ir presionando a la baja el crecimiento del PIB, lo que generó un tono de política monetaria más suave de lo habitual.
En concreto, los miembros de la Fed esperan al menos tres recortes de tipos en 2024, es decir, 50 puntos básicos adicionales a su estimación de septiembre, aunque aún alejado de los cinco movimientos esperados por el mercado.
La reacción del mercado fue positiva en bonos, bolsas y oro tras el reconocimiento de Powell del comienzo de la discusión interna de un nuevo ciclo de bajadas de tipos. Desde finales de octubre las rentabilidades de la renta fija soberana de largo plazo acumulan una caída superior a 100 puntos básicos y los índices bursátiles se situaron en niveles máximos anuales.