Los procesos creativos e innovadores en las organizaciones se han estudiado en amplitud y existen trabajos muy precisos sobre cómo generar empresas más creativas, cómo crear equipos de innovación o contratar talento innovador, entre otras cosas. Es cada vez más fácil encontrar organizaciones que tengan ADN innovador o líderes que apoyen el cambio. Pero, ¿qué procesos e influencia han tenido en el éxito los productos o servicios que han durado en el tiempo? Cuando se habla de innovación, normalmente, no se hace diferenciación entre los artículos o servicios innovadores que han durado poco o mucho en el tiempo.
Dentro de los productos o servicios de largo término destacan los que se han reconvertido a otros productos o servicios con mayor valor añadido. Estos se han fusionado con otras características para convertirse en otro producto o servicio mejor. El caso del primer reproductor Walkman es un buen ejemplo de disrupción de largo término. Sony lo lanzó en 1979. Fue revolucionario por ser el primer dispositivo móvil para escuchar música. Hasta ese momento todos los aparatos electrónicos eran estáticos (reproductores de casete, tocadiscos o sintonizadores de radio). Según publicó Infotechnology «El primer walkman fue creado gracias a un pedido de Masaru Ibuka, un directivo de la empresa, quien buscaba una manera de poder escuchar música en un dispositivo portable durante sus viajes».
Con el tiempo aparecieron los CDs y más tarde las descargas digitales. En los años 90 Los reproductores MP3 ganaron la partida en el mercado y se hicieron los más populares entre los usuarios. Los modelos con más ventas de reproductores MP3 han estado en el mercado unos 15-20 años. Al aparecer los teléfonos inteligentes, los móviles, se reconvirtieron en mini ordenadores y los dispositivos MP3 comenzaron a decaer en sus ventas hasta casi desaparecer. Desde el primer Walkman hasta el móvil con música han pasado casi 30 años. Disponer de música en un dispositivo móvil sí que fue un verdadero cambio.
EMPRENDEDORES DE LARGO TÉRMINO
En muchos casos, cuando los emprendedores crean sus compañías lo hacen con pocos medios y su visión es casi siempre de largo plazo, a veces con un propósito o con la idea de hacer un buen patrimonio. Los motivos para emprender pueden ser muy sencillos, vinculados a proyectos de vida, retos personales o cansados de proyectos profesionales que ya no ilusionan. La visión empresarial que imponen los emprendedores al comienzo de sus startups está más relacionada con innovaciones de largo término. Los medios muchas veces hablan de casos de éxito empresarial ensalzando a sus líderes como visionarios con ideas muy rompedoras. Sin embargo, hay muchas compañías que lanzan sus productos o servicios con mínimas innovaciones, a veces son copias de negocios que tienen éxito en otros países o de ideas que se pueden implementar con poco riesgo. Las nuevas organizaciones, cuando están más asentadas y con una cartera de clientes importante, comienzan a utilizar nuevas herramientas de creatividad más arriesgada, utilizando lo que clasificamos como innovaciones disruptivas.
Los productos y servicios se afianzan en el mercado cuando ha pasado un plazo importante de tiempo. En el ejemplo de los reproductores de música MP3 hemos visto que los modelos más populares han durado poco más de una década. Se publica información casi todos los días sobre nuevos productos o servicios que se lanzan al mercado. Nos quedamos fascinados muchas veces hasta dónde está llegando la tecnología y con los nuevos proyectos que nos mejoran la vida. Pero reflexionando un poco nos preguntamos, ¿cuántos de estos productos o servicios durarán en el tiempo?
Las organizaciones que emplean todo el tiempo en la operativa pueden estar dejando aparcada la innovación. Una estrategia acertada es la que se revisa con mayor rapidez. La complejidad de los mercados, la velocidad de los cambios, la incorporación de la tecnología y la gestión del riesgo nos obliga a redefinir la estrategia continuamente. La estrategia es cambio y solo sirve para mejorar.
Las redes de innovación de largo término se van tejiendo con el tiempo. Unas veces son colaboraciones con compañías que pueden ser competencia, otras veces junto a proveedores o algunas veces utilizando el dinamismo de las nuevas startups. En el largo plazo, las compañías mejoran los aspectos de productos y servicios que ya están en uso, cada una aportando nuevas funciones, mejoras incrementales, nuevas utilidades, etc.
Son variadas las formas de disrupción a lo largo del tiempo. Las colaboraciones son fundamentales y nacen cuando las organizaciones tienen ya un recorrido, cuando se ha empleado tiempo en la gestión de proyectos y han aparecido partners o colaboradores de confianza. Las innovaciones que crean valor son de largo plazo.