En los últimos 15 años la ciudad de Málaga ha experimentado un progreso exponencial que la ha convertido en una capital brillante, dinámica e innovadora que goza de una notable proyección nacional e internacional.
Mediante la colaboración de todos los agentes, Málaga se ha transformado en una ciudad cosmopolita abierta al mundo y en un centro metropolitano para el sur de Europa.
Para lograrlo, partimos de una apuesta por la calidad de vida de los malagueños donde el trabajo en colaboración con vecinos y vecinas ha sido la base para hacer cada día una ciudad mejor. El cambio que hemos producido es evidente, y no solo lo es para los habitantes, sino también para quienes nos visitan. Es un hecho que se ve reflejado en la fortaleza del sector turístico, y es que Málaga se ha convertido en un destino consolidado que recibió entre noviembre de 2016 y octubre de 2017 a 3.953.885 visitantes.
Nos hemos posicionado como un destino atractivo e innovador que apuesta por la calidad. De hecho, recientemente, la Asociación de Corresponsales de Prensa Extranjera ha reconocido mediante el premio ‘Turismo con identidad’ la transformación del modelo turístico y su conversión en una referencia internacional de la cultura.
No en vano, Málaga es ahora conocida como una auténtica ‘Ciudad de los Museos’, una ciudad atractiva para el capital cultural donde hemos realizado una importante labor de mecenazgo.
Sin embargo, además de un destino turístico de calidad, somos también una ciudad llena de oportunidades, que ofrece un excelente equilibrio entre el ámbito laboral y el personal.
Fruto de la suma de esfuerzos, de la colaboración entre instituciones, el mundo académico y el empresarial, unida a una decidida apuesta por la innovación como un eje transversal, hemos transformado Málaga en una Ciudad inteligente que ha consolidado un ecosistema, Málaga Valley’, donde el rico patrimonio histórico y la tecnología se encuentran para mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos y, además, desarrollar sectores económicos ligados a la innovación.
En efecto, Málaga está considerada como una de las ciudades más innovadoras de España y Europa. Son más de 200 las acciones contempladas en el Plan de innovación Tecnológica para 2022, y tenemos una red de incubadoras y aceleradoras en plena actividad que ayuda a casi tres centenares de autónomos y pequeños empresarios.
Igualmente, seguimos esforzándonos por contribuir al crecimiento y éxito de nuestro Parque Tecnológico y nuestra universidad, una reputada institución con 36.000 estudiantes galardonada con diversos reconocimientos, como la calificación de excelente entre el alumnado internacional.
Además, hace un año inauguramos el primer Centro Nacional de Excelencia de Contenidos Digitales, un proyecto pionero que abarca, entre otros, la producción de música y vídeo, realidad virtual, inteligencia artificial y animación 3D, y que cuenta con espacios de emprendimiento y cátedras en colaboración con la universidad.
En paralelo, debemos destacar el aumento exponencial de la proyección de la marca Málaga.
Para ello ha resultado muy fructífera la coordinación y dirección conjunta del área de Economía Productiva y Turismo y Promoción de la Ciudad; una iniciativa que piensa en local y actúa en global, y que nos ha permitido unificar y fortalecer la promoción exterior de la ciudad.
De hecho, estamos llevando a cabo una importante labor de promoción en la que destaca el desarrollo de un calendario de eventos de relevancia mundial celebrados en Málaga: el pasado año acogimos el Foro España-Japón, el encuentro anual más relevante entre ambos países que reunió a autoridades, empresas, instituciones públicas y expertos de primer orden. Recientemente, se ha llevado a cabo interex Forum, el l Foro internacional Diplomático y Empresarial organizado por el Cuerpo Consular de Málaga, y la cumbre económica Horasis india Meeting 2018.
Asimismo, entre octubre y noviembre, Málaga acogerá las Tertulias Hispano-británicas, un foro sobre la relación entre ambos países con el brexit como telón de fondo desde la perspectiva de las oportunidades que este proceso puede suscitar en nuestra economía.
Estos eventos no otorgan una visibilidad internacional indiscutible, una característica esencial para internacionalizar nuestra economía y atraer inversores extranjeros.
En esta línea, contamos con el Centro de Atracción de Inversiones (CAI), un modelo basado en la cooperación público-privada único en España que se presenta como una puerta de entrada al inversor y un elemento de conexión entre la inversión nacional e internacional, y el tejido productivo local.
Gracias a estos esfuerzos, Málaga es una apuesta segura avalada por indicadores y rankings de distintos medios como el Financial Times, que la considera la octava mejor ciudad por su estrategia para atraer inversiones, o el último barómetro de inversión extranjera en Málaga, que señaló que las empresas foráneas tienen previsto mantener o aumentar sus inversiones, y el 90 % de ellas incrementará sus plantillas.
Por último, es importante destacar que este desarrollo se ha llevado a cabo en torno al consenso, la sostenibilidad económico, social y medioambiental, y la participación multisectorial como ejes.
En este sentido, Málaga es una ciudad adscrita a la Agenda 21 comprometida en la lucha contra el cambio climático que ha reforzado el plan de acción de 2009 con el objetivo de convertirse en 2050 en una ciudad neutra desde el punto de vista de emisiones de CO2.
Del mismo modo, se han hecho grandes esfuerzos por recuperar el patrimonio y espacios públicos. Fruto de ello es la peatonalización y el cuidado de gran parte del centro histórico y la rehabilitación de 270 de sus edificios.
A esto hay que sumar que Málaga constituye un ejemplo de integración puerto-ciudad y, de hecho, se presentó recientemente como caso de estudio en el encuentro ‘Puerto, ciudad y turismo’ promovido por la Autoridad Portuaria de Santander y celebrado en la capital cántabra.
Además, Málaga mantiene una ambiciosa política de cohesión social que ha sido ampliamente reconocida. Sin ir más lejos, el ranking de ciudades de 2018 del instituto Superior de Empresas (IESE), nos sitúa entre las primeras ciudades españolas en políticas de esta índole.
Por último, cabe destacar que es una urbe accesible que trabaja por ser cada día más inclusiva.
En resumen, una ciudad amable para vivir y acogedora para todos.
Por todos estos motivos, podemos afirmar orgullosos que Málaga es una ciudad dinámica, interconectada e inteligente. una ciudad llena de oportunidades, abierta a la innovación y al desarrollo, basada en estrategias sostenibles y adaptadas a las necesidades de ciudadanos y visitantes.
En definitiva, Málaga es una ciudad ideal para visitar, pero también una ciudad ideal para vivir, trabajar e invertir.