Las mujeres solo representan el 28% de la mano de obra en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), una cifra que pone de manifiesto una brecha que es necesario reducir desde la escuela primaria. El objetivo es lograr la igualdad de género y la igualdad de acceso dentro de la comunidad científica, haciendo realidad el llamado empoderamiento femenino. Para concienciar sobre esta cuestión, en 2015 la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 11 de febrero Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.

Se ha hablado mucho al respecto y, sin duda, queda mucho por decir y hacer. Pero una cosa es cierta, en todos los campos: asociarse y crear equipos lo más heterogéneos posible conduce al éxito, que nace precisamente de la diferencia de visiones, mentes y conocimientos. Trabajando todos juntos por un mismo objetivo, se pueden alcanzar metas impensables. Apoyar el espíritu empresarial femenino, ofrecer financiación y promover el acceso a las facultades STEM ya que las mujeres representan el 36% del alumnado en las titulaciones del ámbito STEM, cuando en general suponen el 56% de las matriculadas en la Universidad española, según los datos del Ranking CYD.
Dar voz a las mujeres y permitirles que aporten su visión y su talento al mundo laboral puede ser una palanca muy importante a nivel cultural: gran parte de nuestro aprendizaje se basa en lo que vemos y en la representación, por lo que ver la excelencia femenina en el sector financiero y tecnológico no puede sino empujar y tranquilizar a las jóvenes que sueñan con una carrera de este tipo, pero que no reciben apoyo de cerca en su día a día.

Si nos fijamos específicamente al sector FinTech, casi la mitad de los 5.000 empleados de las empresas FinTech  en España son mujeres, Según se desprende de la V edición del Informe FinTech Women Network, elaborado por la Asociación Española de FinTech e InsurTech (AEFI). Así el sector FinTech permite ver realidades realmente innovadoras, porque combina finanzas, tecnología, pero también creatividad por parte, tanto de quienes trabajan dentro de esta industria, como de quienes utilizan estas herramientas tecnológicas para crear realidades innovadoras. Hablando de mujeres y Fintech, debemos mirar las dos caras de la moneda y entender que es necesario invertir y promover el crecimiento de las futuras directivas y también de las futuras empresarias.

Lo que he aprendido del Grupo Ant y de mi experiencia en el sector es que una empresa que opera en el sector tecnológico y financiero demuestra su carácter inclusivo tanto interna como externamente con actividades concretas para ser parte activa en un desarrollo inclusivo del mundo laboral. Sólo así los actores del sector pueden cambiar e innovar de verdad, además de servir de inspiración para otros. 

Dentro del Grupo Ant siempre ha habido igualdad de acceso a las oportunidades en la empresa y muchos puestos importantes están ocupados por mujeres. Basta pensar en el puesto de Presidente del Grupo de Negocios Internacionales de Ant, que ocupa Angel Zhao, una gran profesional y mujer. Pensando dentro de mi realidad, también puedo mencionar a la Dra. Ying Yan, nombrada una de las 50 mejores mujeres en tecnología por Forbes China en 2019 por su trabajo en el Blockchain Lab de Ant Group, o a Zhou Yun, jefa de gestión de riesgos empresariales de Ant Group, también nombrada por Forbes en 2021.

Personalmente, encuentro aún más inspiración y fuerza al fijarme no solo en los directivos, sino también y sobre todo en los emprendedores que han sabido aprovechar las oportunidades que ofrecen nuestras tecnologías fintech para crecer y prosperar. En Singapur, Aileen Tan puso en marcha en 2005 el Blu Jaz Café, una cafetería regentada por ella y su hermana. Este fue solo el primer paso hacia un gran éxito: su negocio creció, llegando a tener ocho restaurantes con 120 empleados a lo largo de Haji Lane y Bali Lane, y la impulsó a asumir responsabilidades en su comunidad como de One Kampong Gelam, una asociación apasionada con el objetivo de hacer de Kampong Gelam un vibrante distrito cultural. Durante su trabajo diario, Aileen observó que los turistas procedentes de China constituían el mayor porcentaje de turistas en Kampong Glam y que tenían una especial predilección por los pagos móviles. Así que adoptó Alipay, que le permitía responder a las peticiones de los turistas, pero también gestionar más fácilmente las operaciones comerciales.

La ciencia y la igualdad de género figuran entre los objetivos de desarrollo sostenible de la agenda 2030 del Grupo Ant. Solo quedan ocho años, pero podemos hacer mucho colaborando por un futuro más justo e inclusivo.