Javier Meizoso

Director general de legalpin.com

La figura de la oferta vinculante se ha convertido en una pieza clave para abogados y empresas desde la entrada en vigor de la reciente Ley 1/2025. Este tipo de comunicación implica una propuesta formal con validez legal, cuyo incumplimiento o no respuesta puede generar consecuencias jurídicas. Ya no se trata sólo de un simple correo electrónico comercial; es una declaración que compromete a ambas partes y que exige una respuesta clara dentro de los plazos establecidos por ley.

Esta nueva normativa obliga a que las ofertas se realicen mediante canales de notificación fehaciente, como el buromail, que no sólo certifica el envío y la recepción, sino también el contenido exacto de la comunicación. Según ha constatado Legalpin, cada vez más despachos de abogados se decantan por este tipo de herramientas para emitir ofertas vinculantes, puesto que éstas garantizan la trazabilidad y el cumplimiento normativo sin dejar espacio a interpretaciones de terceros.

¿Qué debemos hacer cuando recibimos una oferta vinculante?

Lo primero es leerla con atención, sin dar por hecho que no es más que una mera propuesta. Si el documento ha sido enviado a través de buromail, la notificación se considerará entregada desde el momento en que llega a la bandeja, aunque el usuario no lo abra. Esto significa que los plazos legales para responder empiezan a contar desde ese preciso instante. En la mayoría de los casos, el plazo para contestar estará expresamente indicado. Pero,si no lo estuviera, se recomienda responder con la mayor rapidez posible para evitar interpretaciones de silencio como aceptación -o rechazo- tácito.

Otro aspecto crucial es cómo debe realizarse la respuesta a dicha oferta vinculante: deberá realizarse con la misma formalidad con la que fue enviada la oferta. Esto es, no basta con responder desde un correo ordinario, ya que carecería de validez probatoria. Lo recomendable es utilizar el mismo canal —en este caso, buromail— para garantizar que nuestra respuesta quede certificada con el mismo nivel de seguridad jurídica.

¿Por qué es tan relevante la Ley 1/2025?

Con esta ley, la obligación de poder demostrar el envío, contenido y recepción de las comunicaciones legales se ha reforzado, especialmente en el ámbito empresarial y contractual. Las ofertas vinculantes se han convertido en un mecanismo para dejar constancia de condiciones, plazos y compromisos, siendo en muchos casos el primer paso previo a una negociación formal o incluso a un procedimiento judicial. En este sentido, desde Legalpin aconsejan emplear un sistema de comunicaciones fehacientes que evite cualquier duda respecto a si el mensaje fue, o no, entregado.