En los últimos años, las startups han dinamizado el ecosistema empresarial español, impulsando la innovación, la digitalización y la generación de empleo. Además, han contribuido a la adopción de nuevos modelos de estructuración societaria e incentivos diseñados para atraer talento y capital, acercando al mercado español a prácticas más utilizadas en otros entornos internacionales.
Entre estas prácticas destaca la implementación de las Phantom Shares y las Stock Options, dos mecanismos que permiten vincular los intereses de la empresa con los de inversores, socios estratégicos y talento clave. Pero, ¿cómo funcionan? ¿Qué implicaciones jurídicas y mercantiles conllevan? ¿Cuáles son sus ventajas y riesgos? En este artículo, analizamos estas figuras para entender su relevancia en la estrategia empresarial actual y cómo pueden contribuir al crecimiento y sostenibilidad de una startup.
- Concepto y naturaleza jurídica
Las Phantom Shares, o «acciones o participaciones fantasmas», constituyen un instrumento de compensación que concede a sus beneficiarios derechos económicos equiparables a los de una acción ordinaria, sin implicar la transmisión de la propiedad accionarial.
Por su parte, las Stock Options son instrumentos financieros que otorgan a determinados beneficiarios, como empleados clave, directivos o administradores, el derecho de adquirir acciones de la empresa a un precio previamente establecido y dentro de un plazo determinado.
Las Phantom Shares y las Stock Options presentan diferencias clave en su naturaleza y efectos dentro de la empresa. En términos de propiedad, las Phantom Shares no confieren titularidad accionarial, ya que se limitan a otorgar derechos económicos sin representar una participación real en el capital. En contraste, las Stock Options pueden dar lugar a la adquisición efectiva de acciones, otorgando a sus beneficiarios una participación accionarial dentro de la sociedad.
En cuanto a su impacto societario, las Stock Options pueden generar dilución en la participación de los socios existentes, dado que su ejercicio implica la emisión de nuevas acciones y el aumento del número de accionistas. Por el contrario, las Phantom Shares, al tratarse de un derecho estrictamente contractual sin conversión en títulos reales, no afectan la estructura de capital de la empresa.
- Regulación en el derecho mercantil
A pesar de su creciente popularidad en el ámbito empresarial, tanto las Phantom Shares como las Stock Options carecen de una regulación específica en el derecho mercantil español. Su implementación se rige por la libertad contractual, lo que permite a las empresas diseñar estos mecanismos con flexibilidad, pero también exige una planificación rigurosa para evitar conflictos legales y societarios.
En el caso de las Phantom Shares, al no ser consideradas valores mobiliarios ni acciones, quedan fuera del ámbito de aplicación de la Ley de Sociedades de Capital (LSC). Se configuran como acuerdos contractuales entre la empresa y el beneficiario, cuya correcta documentación en pactos societarios y contratos individuales es clave para su seguridad jurídica y eficacia en futuras transacciones corporativas.
Por otro lado, las Stock Options, aunque tampoco cuentan con una regulación específica en el derecho societario, sí deben alinearse con las disposiciones generales de la LSC, especialmente en lo referente a la emisión de nuevas acciones y la protección de los derechos de los socios existentes.
- Uso estratégico en startups
Las startups recurren a estas prácticas porque operan en entornos altamente dinámicos, donde la atracción de capital, la captación de talento y la gestión eficiente del capital social son fundamentales para su éxito. En este contexto, las Phantom Shares y las Stock Options se convierten en herramientas estratégicas que permiten a las startups crecer de manera sostenible sin comprometer su estructura accionarial, buscando alcanzar los siguientes objetivos estratégicos:
- Atracción de inversores: ambas figuras permiten incentivar la participación de inversores sin necesidad de otorgar acciones de forma inmediata. De esta manera, se alinean los intereses de estos actores con los de la empresa, fomentando su compromiso con el proyecto sin afectar directamente la estructura accionarial.
- Fidelización de talento clave: el éxito de una startup depende en gran medida de su equipo. Tanto las Phantom Shares como las Stock Options actúan como mecanismos de retención, ofreciendo a empleados clave la oportunidad de beneficiarse del crecimiento financiero de la empresa sin generar costes inmediatos para la compañía.
- Evitación de la dilución de capital: las Phantom Shares resultan especialmente útiles para reconocer la contribución de empleados y colaboradores sin modificar la distribución accionarial, lo que permite a los socios fundadores preservar su control sobre la empresa mientras siguen incentivando a su equipo.
- Estrategia en rondas de inversión: las Stock Options pueden diseñarse estratégicamente para facilitar futuras rondas de financiación.
Conclusión
En un ecosistema donde la innovación y la competitividad marcan la diferencia, las startups deben adoptar estrategias que les permitan atraer talento e inversión sin comprometer su estabilidad societaria. Las Phantom Shares y las Stock Options no solo cumplen esta función, sino que también brindan a las empresas la capacidad de estructurar incentivos alineados con su visión a largo plazo. No obstante, su correcta implementación exige un diseño contractual robusto y alineado con la normativa mercantil vigente.
En este sentido, el asesoramiento especializado en derecho societario y mercantil se vuelve imprescindible. Un diseño contractual sólido, adaptado a las necesidades de cada empresa, garantizará que estos mecanismos cumplan su propósito sin generar riesgos innecesarios.