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Ángel Barbero Paniagua

Director General de Secture y profesor del EAE Business School

En el sector tecnológico estamos viviendo un periodo de incertidumbre inesperado, tras la euforia generada en la pandemia y, sobre todo, en lo que dimos en llamar la “nueva normalidad”, que anticipaba un impulso acelerado de lo digital en todos los ámbitos de la vida de las personas. Twitch, una de las plataformas que más había crecido en los últimos años, es un buen ejemplo de esta situación, por lo que analizar el momento en el que está podrá ayudarnos a dar alguna respuesta a esa incertidumbre.

Si nos centramos en los números de este servicio, propiedad de Amazon desde 2014, el crecimiento en ingresos por publicidad han crecido exponencialmente. Según los datos que ha proporcionado, en este periodo ha pasado de ingresar 100M$ en el 2015 a los 5.000M$ que tiene previsto hacer en el 2023. Sin embargo el crecimiento del 2023 será del 25%, frente al año anterior que fue 33%, lo que puede ser un indicativo de una desaceleración que puede no ser circunstancial.

Aunque la plataforma sigue siendo líder, con una audiencia de 35 millones de visitantes diarios y una media de 2,5 millones de espectadores, en mercados como el español sus principales figuras han sufrido caídas muy significativas. El más llamativo ha sido el líder de los últimos tiempos, Auronplay, que ha pasado a tener una audiencia de 1,3 millones de espectadores en 2021 a poco más de 400.000 en el 2023. Junto con Ibai, TheGrefg o Rubius, los líderes de Twitch en España han visto caer sus audiencias en un promedio del 51%, según datos de Twitch Tracker.

Uno de los motivos principales tiene que ver con la saturación de la propia plataforma: mientras en 2015 tenía alrededor de 100.000 streamers, en 2020, esta cantidad había aumentado a 2 millones, y en 2023 se estima que hay alrededor de 6,89 millones. Esta situación hace cada vez más compleja la diferenciación y la captación de audiencias relevantes.

Twitch también ha visto como en estos últimos años le han salido competidores lanzados por la propia competencia de Amazon: YouTube Gaming (Google), Facebook Gaming (Meta), Kick o Streamyard, entre otros, aún están lejos del líder, pero le están ganando terreno en mercados emergentes.

Por último no se puede entender esta situación sin ampliar la vista al gran mercado de contenidos y entretenimiento. La creciente diversidad de eventos deportivos o musicales, series y películas e incluso los podcasts supone un reto a la hora de captar la atención de los usuarios, que a su vez están transformando sus gustos a medida que aparecen nuevas alternativas.

Para que Twitch pueda mantener su liderazgo, algo que no tiene garantizado a medio y largo plazo, debe seguir innovando en formatos y tecnología, así como entender y aprovechar el valor creciente de la inteligencia artificial. Pero también está obligada a explorar nuevos contenidos y audiencias y ofrecer experiencias diferenciales en las que los sistemas de influencia, que se encuentran en evolución constante, sean más transparentes y naturales.

Esta misma semana está generando mucho debate la noticia de que va a cambiar su normativa de contenidos sexuales para permitir algunas casuísticas como los bailes sexuales o contenido que resalte pechos o nalgas. Esto puede traer consecuencias de todo tipo, ya que esto puede afectar a la imagen de los streamers actuales, así como transformar el perfil de usuario de la propia plataforma.

Es evidente, por tanto, que Twitch ya está invirtiendo en nuevos contenidos y nuevas funcionalidades de la plataforma, incluso en el ámbito del Metaverso, así como ampliando su alcance geográfico, especialmente en mercados emergentes. También es de esperar que en el futuro Amazon pueda explotar en mayor medida su plataforma para generar ingresos en el negocio de ecommerce. Será interesante ver cómo evoluciona y qué nuevas propuestas traerá en el futuro.