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José Luis Massana Icart

CEO de fischer ibérica

En el vertiginoso mundo actual, el éxito empresarial es un viaje que requiere adaptabilidad constante y la puesta en práctica de actitudes y valores que nos permitan superar obstáculos y conseguir los objetivos y metas que deseamos conseguir.

Renuncia

La renuncia se ha convertido en un término que va más allá de las simples dimisiones formales. Se refiere a la capacidad de dejar atrás lo que no está funcionando o lo que no contribuye al éxito de la empresa como son las viejas prácticas, la mediocridad y la conformidad.

Las empresas que desean prosperar y destacar en un mercado global altamente competitivo deben generar confianza y para ello es imprescindible ser y mostrar responsabilidad siendo transparentes y eficientes, apoyados en una filosofía coherente, con valores sólidos que cohesionen a las personas, fomenten la pasión y una mentalidad de propietario. Todo ello alienta la confianza de nuestros grupos de interés y contribuye a la construcción de una  sólida reputación empresarial.

La renuncia puede incluir abandonar proyectos que no aportan valor, desvincular empleados que no están en línea con nuestro proyecto o incluso cambiar la dirección estratégica de la empresa.

La tienda digital es un ejemplo de cómo la renuncia a viejas estrategias y la adopción de nuevas tecnologías pueden revitalizar una empresa. En un mundo cada vez más digital y tecnológico, esta transformación se convierte en una necesidad para mantenerse competitivo.

La renuncia es importante para liberar recursos y energía para lo que realmente importa. Todo esto se traduce en valentía empresarial.

Valentía

Ser valiente en el mundo empresarial significa ir más allá de enfrentar riesgos. Significa estar dispuesto a desafiar las convenciones y cuestionar el statu quo. En lugar de estar atado a la silla, preocupado por perder una posición, debemos estar inquietos por lo que podríamos ganar si nos aventuramos fuera de nuestra zona de confort. Esto implica adoptar una mentalidad que favorece la innovación y la adaptabilidad.

Una de las características que distingue a las empresas exitosas es su capacidad para renunciar al ego corporativo. Estar conectado con una organización que no tiene ego es un gran activo. En este contexto, el ego se coloca al servicio de los empleados, permitiendo la generación y el desarrollo de la mejor idea, sin importar de quién provenga. La colaboración y el trabajo en equipo se convierten en norma, lo que fomenta la creatividad y la eficiencia.

La valentía empresarial es también la capacidad de enfrentar y superar obstáculos y desafíos con determinación y resiliencia. Implica la disposición a asumir riesgos calculados. En un entorno empresarial, esto puede incluir la toma de decisiones audaces, la inversión en nuevas oportunidades o la entrada en mercados desconocidos.

Orgullo de Empresa

El orgullo de empresa es un factor crítico que influye en la actitud de los trabajadores. Cuando las empresas asumen su responsabilidad hacia la sociedad en general y definen su propósito, es decir el porqué existen, más allá de la maximización de los beneficios, los empleados se sienten parte de algo significativo que les genera orgullo y motivación.

Cuando los empleados se sienten parte de algo más grande que ellos mismos, creen en la misión y están alineados a los valores de la empresa, a través de una sólida cultura organizacional, se convierten en un equipo volcado en salir adelante. Y, ¿qué hace que una empresa genere ese orgullo?

El compromiso empresarial es una respuesta clave. Las empresas deben estar dispuestas a ayudar donde puedan y mostrar un compromiso genuino con sus empleados, las comunidades donde operan y la sociedad en general. Esto se traduce en una actitud que trasciende los números y se preocupa por el impacto social y ambiental de su actividad.

Estrategia 360°

Los elementos que hacen atractiva a una empresa incluyen la generación de una cultura que fomenta la confianza, la autonomía y la colaboración y está asentada en sólidos valores. Una cultura que pone al ego al servicio de los empleados y un compromiso auténtico con la sociedad.

La capacidad de tomar decisiones difíciles, asumir riesgos de manera inteligente y mantener un sentido de logro y ética puede marcar la diferencia en el rendimiento y la sostenibilidad de una empresa

Estos valores y actitudes, deben adaptarse a cada compañía y deben estar enmarcados dentro de una estrategia 360º que abarque todos los ángulos y enfoques, desde la presencia en línea hasta la distribución efectiva y eficiente , que es imprescindible para llegar a una audiencia global, a través de la digitalización.

Finalmente, en un entorno empresarial en constante evolución, la renuncia, la valentía y el orgullo son las claves para el éxito. Aquellas empresas dispuestas a abrazar estos principios y hacerlos parte de su cultura tienen el potencial de prosperar en este mundo altamente competitivo.