Avature-Dimitri

Dimitri Boylan

CEO fundador de Avature

Según datos revelados a comienzos de este año por la empresa Meltwater, el número de usuarios activos en redes sociales alcanza ya el 62,3% de la población mundial. Ese mismo estudio asegura que estamos en línea unas 6 horas y 40 minutos todos los días. Se puede confirmar, por lo tanto, algo que todos sospechábamos: sin duda alguna, estas plataformas han conseguido llamar la atención de los usuarios y fidelizarlos. Ante esta realidad, desde muy distintos sectores se vienen estudiando qué claves de los modelos de las redes sociales se pueden exportar a otros campos, y de ese modo, aprovechar su capacidad para generar engagement.

Hoy en día es más difícil que nunca implicar a los empleados. Los equipos de RRHH de las compañías suelen encontrar grandes dificultades para conseguir un gran compromiso, o engagement, por su parte debido a varias explicaciones. En parte, a la incorporación de nuevas generaciones a las plantillas de las compañías. Y, por otro lado, al rol diferente de la tecnología en el día a día de las empresas, lo que ha revolucionado la manera de ejecutar ciertas tareas y la forma en que se coordinan y comunican los equipos. Todo esto da lugar a múltiples cambios culturales que se están produciendo en las compañías y que los equipos de RRHH deben abordar. Sin embargo, las empresas continúan estancadas en paradigmas de interacción humana anticuados, incompatibles con este cambio de mentalidad. Para dar respuesta a esta cuestión, las empresas deben descubrir nuevos enfoques dirigidos a adaptarse y sobrevivir a las exigencias del nuevo contexto.

En este sentido, la formación de empleados es una de las áreas en las que los departamentos de recursos humanos están encontrando mayores dificultades. En un momento en el que es más necesario que nunca poder seguir aprendiendo de forma continua, nos encontramos con que los empleados no logran conectar con los procesos de aprendizaje y de entrenamiento de las empresas, fundamentalmente porque su diseño no se adapta a las nuevas realidades ni a los nuevos perfiles que se están incorporado al mercado laboral.

Con el reto que supone esta nueva manera de entender la formación dentro del ámbito laboral, y para mantenerse relevantes entre las generaciones más jóvenes, las empresas deben permitir y valorar que las nuevas generaciones influyan en el liderazgo. Precisamente en este contexto surge la idea de aprovechar algunas de las claves de las redes sociales para desarrollar modelos que sí puedan responder al cambio cultural que se está produciendo y conseguir generar ese compromiso en la formación de los trabajadores.

En este sentido, desde Avature apuntamos al “social learning” como una opción para fomentar el aprendizaje dentro de las compañías. El aprendizaje social aplicado al ámbito corporativo es una excelente solución a este reto.

Si bien es cierto que el aprendizaje colaborativo es todavía un modelo a explorar dentro del ámbito de los recursos humanos, se trata de una teoría que ya se aplica con éxito en diferentes sectores, como es el caso del sector sanitario. Dentro del cuerpo médico de un hospital, es habitual exponer casos clínicos, debatir diagnósticos en grupos de estudio y, en definitiva, poner en común conocimientos y puntos de vista de diferentes especialidades y disciplinas con el objetivo de dar un mejor servicio al paciente mientras se promueve un desarrollo profesional y se fomenta la innovación.

Sin embargo, para generar un impacto real y duradero entre los equipos de las compañías, es interesante valorar un uso del aprendizaje colaborativo que se nutra de algunas de las ventajas que ofrecen las redes sociales para mantener la atención de los empleados que se forman dentro de la empresa. Para lograrlo sería necesario incorporar características claves como la creación sencilla de contenido generado por el usuario (los trabajadores en este caso), la generación de sugerencias impulsadas algorítmicamente o el uso de la inteligencia artificial.

Según la psicóloga general sanitaria Sofía Alcaide, “al integrar características propias de las redes sociales en la formación empresarial, se crea un entorno que fomenta la conexión social entre los empleados, y se aprovechan los principios de la psicología como la observación, la imitación o la participación activa, algo que puede impulsar el desarrollo profesional y personal de los trabajadores”. Alcaide añade: “Este enfoque puede resultar especialmente relevante para las nuevas generaciones, que valoran la interacción digital como parte de su experiencia social y de aprendizaje”.

Además de la tecnología adecuada, debe existir una comprensión más cabal de cómo las redes sociales han alterado las experiencias de aprendizaje.  Hoy en día, las redes ofrecen a las empresas numerosas oportunidades de compartir conocimientos clave para el negocio de una forma mucho más atractiva. En toda organización existe una gran cantidad de «conocimientos ocultos», es decir, ideas y experiencias acumuladas por los empleados a lo largo del tiempo que, lamentablemente, no suelen ser documentadas. En este sentido, el aprendizaje social permite que los empleados compartan sus experiencias de aprendizaje y que creen, compartan o promuevan contenidos, construyendo así comunidades temáticas específicas y contribuyendo a generar una cultura de aprendizaje continuo dentro de la compañía. De esta forma, lo que hasta hace nada eran conocimientos valiosos que estaban destinados a perderse ahora pueden transmitirse mediante este tipo de aprendizaje, en el que se destacan los contenidos acerca de experiencias y buenas prácticas.

Con los formatos tradicionales de aprendizaje en declive, priorizar un modelo de aprendizaje colaborativo que se nutra de la cooperación entre generaciones puede ser la solución para sobrevivir a esta transformación social. En Avature ya hemos avanzado en este sentido con el lanzamiento de Avature Social Learning, una herramienta donde nos alejamos de un modelo de LMS tradicional y viramos a uno en el que la interacción entre empleados y la creación de sentimiento de pertenencia en la compañía es el objetivo principal.

Las compañías que implementen este tipo de aprendizaje pueden beneficiarse de una solución que extrae conceptos de diseño probados de las redes sociales para crear experiencias de usuario dentro de un marco colaborativo entre los propios empleados. Un estudio de McKinsey Global Institute de 2023 asegura que las empresas que se centran en el desarrollo de sus empleados se encuentran entre las más rentables de sus sectores. Frente a este contexto, las compañías que no se quieran quedar atrás tendrán que repensar de manera profunda sus modelos de aprendizaje para que sus empleados estén más comprometidos con la formación continua dentro de la empresa en lugar de estar pensando en coger su móvil para hacer scrolling en su feed de TikTok.