Cada 8 de noviembre celebramos el Día Mundial de la Radiología para rendir homenaje a una disciplina que se ha convertido en la piedra angular del diagnóstico médico moderno. La radiología ha transformado profundamente la medicina y continúa evolucionando al ritmo de los avances tecnológicos. En Fujifilm, este día es especialmente significativo, ya que celebramos la importancia de la radiología así como nuestra larga y profunda vinculación con esta área, una relación que ha perdurado casi 90 años.
Esta historia común comienza en 1936, cuando lanzamos nuestra primera película radiográfica. Un hito que marcó el inicio de una travesía en la que, desde entonces, hemos buscado mejorar la calidad de las imágenes y la precisión diagnóstica. Nuestro compromiso con la radiología se ha mantenido sólido durante décadas y con cada avance hemos redefinido los estándares de la industria.
De hecho, uno de nuestros logros más importantes llegó en 1986, con el lanzamiento del primer sistema de radiología digital del mundo. Un avance que transformó radicalmente el enfoque diagnóstico y la experiencia del paciente. El cambio de lo analógico a lo digital permitió un acceso más rápido y eficiente a las imágenes, una mejor calidad y, sobre todo, un impacto positivo en la toma de decisiones clínicas.
Esta realidad se ha ido acelerando en los últimos años, en los que hemos visto una rápida evolución de las tecnologías de la información en el campo médico. Un ejemplo son las soluciones de PACS (Picture Archiving and Communication System). Este sistema permite el almacenamiento, el acceso y la gestión de imágenes digitales médicas, lo que mejora la eficiencia en la visualización y el intercambio de imágenes médicas entre profesionales de la salud, eliminando las barreras entre los especialistas y facilitando un enfoque multidisciplinario en la atención al paciente. Es decir, el acceso a la información ya no es un obstáculo, sino una oportunidad para mejorar la coordinación entre equipos y optimizar el tratamiento.
No obstante, esta contribución va más allá de la infraestructura digital, alcanzando soluciones de IT con software que permiten la visualización de órganos en 3D con un nivel de detalle extraordinario. La capacidad de interactuar y manipular imágenes tridimensionales abre nuevas posibilidades diagnósticas, especialmente en campos como la oncología y la cirugía, donde la precisión es fundamental.
Por otra parte, la radiología moderna no podría concebirse sin mencionar los siguientes campos, que marcan el futuro de ésta: la reducción de la dosis de radiación que reciben los pacientes, la ultra portabilidad de algunos sistemas y la Inteligencia Artificial (IA). El reducido tamaño en los equipos móviles y portátiles, así como las menores dosis de radiación manteniendo la calidad de imagen, ofrecen a los profesionales herramientas potentísimas para acercarse hasta el paciente y que no sea éste quien deba trasladarse a una sala de rayos o a un centro sanitario para realizarse una prueba.
Por otra parte, la IA es ya una herramienta clave para aumentar la eficiencia y precisión de los diagnósticos con la que llevamos tiempo trabajando. Gracias a ello, contamos con programas capaces de analizar miles de imágenes en segundos, detectar anomalías y ofrecer a los radiólogos una segunda opinión basada en datos concretos. Esta simbiosis entre la experiencia humana y la precisión algorítmica es una promesa de mejores resultados clínicos y un alivio de carga para los profesionales médicos, quienes pueden centrar sus esfuerzos en lo que realmente importa: el cuidado de sus pacientes.
La radiología moderna nos ayuda a ver más allá de lo que nuestros ojos pueden percibir y, en muchos casos, permite la detección temprana de enfermedades graves, lo que mejora las perspectivas de supervivencia y de recuperación de los pacientes. Desde Fujifilm Healthcare debemos mantener vivo este compromiso para seguir avanzando y ampliando los límites de lo que es posible, a través de soluciones innovadoras que permitan a los profesionales de la salud ver más y hacer más.