Como se esperaba, la tasa de inflación descendió en junio. Tras alcanzar el 2,6% en mayo, el aumento del coste de la vida se redujo al 2,5% en junio de 2024.
Esto sitúa la inflación en el segundo trimestre de 2024 precisamente en línea con las previsiones del Banco Central Europeo. No hubo cambios en los factores impulsores de la inflación. Los precios de la energía se mantuvieron relativamente estables en junio (+0,2%), mientras que los de los alimentos disminuyeron ligeramente del 2,6% de mayo al 2,5% de junio.
Sin embargo, el índice subyacente decepcionó y se mantuvo sin cambios en el 2,9% en junio, ya que no hubo debilitamiento de los precios de los servicios (que se mantuvieron estables en el 4,1%). También en la zona euro, la inflación en el sector servicios se mantiene firme, debido sobre todo al fuerte crecimiento de los salarios.
Por lo tanto, se espera que la inflación siga moviéndose lateralmente y se ajuste a las previsiones del BCE, lo que permitiría una mayor relajación prudente de la política monetaria. Seguimos previendo un recorte de los tipos de interés en septiembre de 2024.