“Mind the Gap”, un comentario sobre la renta variable Europea

Redacción | 1 de febrero de 2022

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La gran pregunta que planea sobre los mercados en 2022 es si este será finalmente el año de los mercados de renta variable europeos. En los primeros compases, los rendimientos de los mercados de renta variable europeos han sorteado las primeras semanas relativamente indemnes, en clara contraposición al mercado estadounidense y, especialmente, con el índice NASDAQ, con un gran peso tecnológico. Teniendo en cuenta que el descuento de valoración de Europa es mayor en comparación con el de EE.UU., creemos que este año, y especialmente la primera mitad de 2022, puede ser el momento de que la renta variable europea brille.

El lema en los mercados de renta variable durante los últimos años podría haber sido: “¡Espera lo inesperado!”.

¿Quién iba a pensar que, durante una pandemia, en un periodo de dos años, el mercado de renta variable estadounidense subiría cerca de un 50%? Durante el mismo periodo, hasta finales de 2021, el mercado de renta variable europeo subió alrededor de un 20%, medido por el índice STOXX Europe 600.

Gran parte de esta diferencia es debida a la diferente composición sectorial entre ambas regiones. El mercado estadounidense tiene una exposición mucho mayor a los valores tecnológicos y Growth, tanto a nivel sectorial como de valores. No obstante, “esto puede beneficiar a Europa este año ya que tiene una mayor exposición a sectores cíclicos más baratos y value, como el automovilístico, el financiero, el de materiales, el energético, el industrial y el sanitario, que tienden a beneficiarse de un mayor énfasis en la disciplina de valoración y de un sesgo de estilo value”, comenta Terry Edwing, director de renta variable en MIFL.

A medida que la pandemia se desarrollaba, EE.UU. optó por convivir con ella con menos restricciones que la mayor parte de Europa. Así, la economía estadounidense se recuperó a un ritmo más rápido en 2021. En cambio, Europa optó por ser más restrictiva con la llegada de Ómicron a finales del año pasado, y lo sigue siendo hoy en día.

Mirando a 2022, desde MIFL, consideramos que hay seis factores clave para la renta variable europea:

  1. Las valoraciones del mercado de renta variable europeo se contrajeron bruscamente en el segundo semestre del año pasado. Este descuento en la valoración sitúa a Europa en una posición atractiva según la relación de valoración histórica. Dado que el ciclo de tipos de interés está a punto de cambiar y los rendimientos reales en el mercado de bonos aumentan, esperamos que la disciplina de valoración se convierta en un factor mucho más importante para los inversores de renta variable que en los últimos años.
     
  2. Los mercados de renta variable europeos se verán respaldados por la relajación cuantitativa durante más tiempo que los de EE.UU., donde la Fed está adoptando una postura mucho más dura para hacer frente a las crecientes presiones inflacionistas. En particular, el crecimiento de los salarios y la rigidez del mercado de trabajo suponen un reto para la Fed que el BCE no tiene que afrontar en la misma medida.
     
  3. El mercado en EE.UU. está más expuesto a la presión generada por la subida de tipos reales. El índice NASDAQ 100 se ha triplicado en los últimos cinco años. Las acciones Growth más valoradas son los que más riesgo corren en un contexto de crecientes presiones inflacionistas y la ponderación de este grupo de empresas en EE.UU. es mucho mayor que en Europa.
     
  4. Los sectores de servicios al consumidor, como los de viajes, ocio y entretenimiento, suponen una mayor proporción del mercado europeo. A medida que la ola de Ómicron retrocede, esperamos que la demanda se normalice durante este año y que estos sectores apoyen al mercado de renta variable europeo.
     
  5. La agenda política restrictiva de China está mostrando signos de reversión. El sector industrial europeo es mucho mayor que el estadounidense y tiene una exposición mucho más directa al mercado de exportación chino.
     
  6. La mayor amenaza para los rendimientos del mercado de renta variable de EE UU para este año es que el crecimiento salarial obligue a la Fed a sorprender a los mercados financieros con una respuesta de política monetaria mucho más restrictiva. Actualmente, se esperan entre tres y cuatro subidas de tipos este año. Si la predicción del CEO de JP Morgan, Jamie Dimon, de siete subidas de tipos es correcta, el mercado estadounidense corre más riesgo.

De cara a 2022, ¿qué factores hay que vigilar y, sobre todo, ¿qué puede salir mal?

Desde MIFL nos preocupa el aumento de tropas rusas en la frontera con Ucrania. En un momento en el que el continente europeo está inmerso en una crisis energética, y especialmente de gas, debido a los problemas de abastecimiento, cualquier movimiento hostil por parte de Rusia probablemente provocaría un nuevo aumento brusco de los costes de la energía. Por otro lado, la aparición de otra variante del COVID-19 que suponga una nueva y grave amenaza para la salud y para la que las vacunas actuales no proporcionen protección podría provocar otro movimiento arriesgado en los mercados financieros. Dada la increíble respuesta de la industria farmacéutica en el rápido desarrollo de nuevas vacunas, supondríamos que esto supondría un retraso en la recuperación. Y, por último, si las interrupciones de la cadena de suministro persisten durante más tiempo, junto con un repunte de los precios de la energía, los mercados de renta variable probablemente se desplomarán ante el temor de que el BCE se vea obligado a tomar medidas para subir los tipos antes de lo previsto. Vemos indicios de una modesta mejora de las dificultades en las cadenas de suministro, pero es posible que la situación se normalice a lo largo de este año.

Con este telón de fondo, Edwing señala que: “la renta variable europea está bien respaldada por una previsión de crecimiento de los beneficios del 9% para 2022, unas previsiones de crecimiento económico sólidas y muchos sectores que deberían recuperarse finalmente durante el año, a un nivel de valoración atractivo. Y añade: “tras muchos años de retraso con respecto al mercado de renta variable estadounidense, 2022 parece presentar una oportunidad para que los inversores se cambien hacia Europa”.