Renting o compra: ¿Qué conviene más? Ventajas y desventajas
Alberto Casillas | 26/06/2025

La decisión de hacerse con un coche no es tan sencilla como antes. Hasta hace unos años, la mayoría lo tenía claro: se compraba un vehículo, se financiaba si hacía falta y a circular. Hoy la realidad bien distinta. Con precios al alza, nuevas normativas, costes difíciles de prever y modelos que quedan obsoletos demasiado pronto, cada vez más personas se plantean una alternativa que hasta hace poco parecía reservada a empresas: el renting.
Libertad y, sobre todo, previsibilidad
Comprar un coche implica hacer frente a una inversión considerable, además de asumir todos los gastos asociados al mantenimiento, seguro, impuestos y revisiones. Eso sin contar que su valor comienza a caer desde el primer día. Por eso, cada vez más conductores valoran el renting como una alternativa más sensata: una cuota fija al mes, sin sorpresas, que incluye todo, salvo el combustible.
Los datos así lo avalan: el parque de vehículos de renting ha alcanzado casi el millón de unidades, con un crecimiento de casi el 5% respecto a 2024. Un año antes, en 2023, el 20% de las matriculaciones en España ya se realizaban con objeto de renting para particulares. Esta realidad no es muy diferente en regiones como Canarias, donde, junto a otras Comunidades, ha visto crecer el número de matriculaciones de vehículos mediante renting por encima del 20% en apenas tres meses.
El coche ya no es para siempre
La relación que tenemos con los coches ha cambiado. La idea de tener un vehículo para toda la vida ha ido perdiendo fuerza frente a la necesidad de adaptarse a nuevas tecnologías, cambios normativos o hábitos de conducción distintos, además de una realidad laboral cada vez más líquida (hoy trabajas aquí y mañana allí). El renting permite precisamente eso: cambiar de coche cada pocos años, acceder siempre a modelos actualizados y, si lo deseas, probar otras motorizaciones sin comprometerte a largo plazo.
Esta premisa también se traslada el renting de coches para empresas, Las razones son obvias: permite controlar los costes operativos y evita que una flota obsoleta lastre la imagen o la eficiencia del negocio. De hecho, con los cambios de normativa en mente, no serán pocos los vehículos profesionales —también de particulares— que no puedan acceder a las Zonas de Bajas Emisiones.
La elección depende de tu estilo de vida
No es cuestión de afirmar que el renting supera a la compra en todos los casos. Hay quienes siguen prefiriendo tener el coche en propiedad y es totalmente válido. Pero sí conviene preguntarse si compensa mantener un vehículo en propiedad cuando existen alternativas más flexibles, sobre todo si se valora la previsión de gastos, el ahorro de tiempo y la posibilidad de adaptarse a los cambios del mercado sin atarse a un solo modelo durante años.
Lo que es un hecho es que el renting de coches para particulares ha llegado para quedarse. Y eso es algo que los datos cada vez constatan más: uno de cada tres coches que se venden en España pertenecen a esta modalidad.