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¿Cómo nació AECEM y cuál es su propósito en el sector de la consultoría empresarial?

Esta entidad nació hace 25 años para representar y defender los intereses y los derechos de quienes se dedican profesionalmente a la consultoría de Pymes y Autónomos.

Nuestro objetivo fundamental es constituirnos en un foro de debate y reflexión de referencia sobre todas las cuestiones que nos pueden afectar. Asimismo, queremos ser líderes en la formación continua de nuestros asociados para lo que tenemos acuerdos de colaboración con importantes entidades del mundo educativo. Queremos ser la voz de los consultores de pymes.

Nuestra participación en CEOE, CEPYME y otras organizaciones sectoriales, así como nuestros acuerdos con otras organizaciones empresariales, nos convierten en un referente fundamental del sector de la asesoría ante las Administraciones e Instituciones públicas y privadas.

Fruto de la experiencia y de nuestra decidida apuesta por el futuro de pymes y autónomos, estamos logrando nuevos avances que consolida a AECEM como interlocutor preferente a la hora de incentivar políticas y adoptar medidas enfocadas en mejorar al sector de la asesoría y consultoría y los profesionales que en este se desempeñan.
 
Este mes se celebró el II Congreso AECEM, donde se ha puesto en valor el papel del consultor en la sociedad. ¿Por qué es tan importante el profesional de la consultoría en el tejido empresarial?

El asesor tiene un papel clave en nuestra sociedad porque su rol influye en el crecimiento de nuestro país. Ellos son los que están en el día a día de las empresas, conocen sus problemas, riesgos, sus objetivos de cara al futuro, etc. Durante la pandemia sanitaria, el sector de la consultoría y asesoría fue declarado servicio esencial, lo que nos ha ayudado a dar mayor visibilidad al sector y mostrar el importante papel que tiene el asesor en el desarrollo y crecimiento de nuestro país. 

La presencia de un asesor-consultor en las empresas es clave, y así debería reconocerlo la Administración Pública. De esta forma, por ejemplo, los fondos europeos llegarían a las pymes, que son las que más los necesitan y son los que conforman el principal tejido empresarial de nuestro país. Recordemos que, ayudando a las pymes, reconstruimos España.  

A través de AECEM, las pequeñas empresas pueden informarse de las opciones de ayudas que existen y de los fondos que más les pueden interesar. Nuestra entidad es un actor relevante para informar y difundir esta información de gran valor. También desde nuestra asociación ayudamos a las empresas en la solicitud, gestión y tramitación de fondos, pudiendo conseguir una certificación del cumplimiento de los requisitos exigidos. Con todo esto, queremos ayudar a las distintas Administraciones a acelerar la ejecución de los fondos para que no se queden sin repartir. 

Durante el II Congreso, se habló sobre los retos y oportunidades de los profesionales de la consultoría, ¿cuáles son?, ¿con qué escenario se encuentra el asesor-consultor?

El sector debe seguir profesionalizándose, es decir, debe tener siempre profesionales cualificados y proactivos que generen valor a las empresas y que ofrezcan servicios garantizados de máxima calidad. Para certificar esta excelencia en las asesorías de pymes, desde AECEM, estamos impulsando la creación de una norma UNE para el sector de asesoría y despachos profesionales, la cual fijará unos criterios mínimos del servicio prestado para garantizar a los clientes la máxima calidad y seguridad, al tiempo que se potencian unas buenas prácticas y requisitos comunes entre los profesionales que nos dedicamos al asesoramiento de empresas.
 
Otro gran reto es la necesaria transformación digital y la incorporación de nuevas tecnologías que hagan más eficiente nuestro trabajo. Un avance que contempla también la ciberseguridad, ya que, sin esta, no podríamos hacer frente a potenciales peligros informáticos. 

El conocimiento del entorno social, político y económico es otro de nuestros desafíos. Si tenemos presente el contexto, información actualizada de la empresa y su sector, asesoraremos mejor al cliente, ayudándole a ser más competitivo y conseguir sus objetivos estratégicos. 

Finalmente, y no menos importante, es cuidar una de las bases de nuestra labor como asesor: la confianza, un valor que se construye con el tiempo y la buena relación entre cliente-asesor o consultor. Esta base intangible podrá mantenerse con la profesionalidad y la puesta en valor del importante aporte del asesor a la empresa y en su propósito por conseguir los objetivos empresariales de los clientes.

La digitalización se ha convertido en uno de los ejes transversales y esenciales en las empresas. ¿Cómo impulsa o fomenta AECEM la transformación de las pymes?

Las empresas han ido evolucionando y, por tanto, el asesor debe adaptarse a las necesidades que éstas van teniendo. No podemos seguir pensando en el asesor como el profesional que presta servicios de asesoría tradicional, es decir, solo, fiscal, laboral y contable. Si no, que este profesional ofrece un servicio integral, de confianza y adaptado a las necesidades que tiene la empresa, generando siempre un valor añadido. Por esa razón, en AECEM vemos la transformación como un elemento de valor intangible, que exige profesionalización y excelencia técnica, eficiencia de los procesos, capacidad de adaptación, experiencia en el sector, crecimiento del negocio y adaptación a las necesidades del cliente. 

Además, como es evidente, impulsamos la transformación de las pymes desde la tecnología, porque ésta juega un papel clave en esta evolución y cambio, permitiendo eliminar o reducir al máximo las tareas mecánicas y repetitivas, y focalizarse en las tareas que generan valor al cliente. Hoy, la digitalización ya no es una opción, sino una necesidad. Ya somos parte de un ecosistema digital y, por ello, tenemos que lidiar con uno de los riesgos más habituales: los ciberataques, que podría poner en riego uno de los activos principales del asesor: los datos de sus clientes. Por ese motivo, la inversión en transformación digital debe ir de la mano de una apuesta decidida por la ciberseguridad para evitar cualquier riesgo de este tipo.
 
¿Cómo valora la situación de las empresas españolas en un momento de incertidumbre y crisis económica y política?

Las empresas se enfrentan a un escenario de gran incertidumbre, marcado por una importante crisis internacional, el endurecimiento de la política monetaria por parte de los principales bancos centrales, los continuos problemas en las cadenas de suministro y las tensiones derivadas de la guerra en Ucrania. Además, deben hacer frente a altos niveles de inflación y ralentización de la actividad económica que afectará indudablemente a las empresas en la medida que las familias vean reducida su capacidad adquisitiva y su acceso a la financiación y sus posibilidades de inversión.

Un panorama, que, en definitiva, significará un importante reto para muchos actores, donde la coordinación, la optimización de recursos y la preparación previa podrá evitar, o reducir al máximo riesgo en la actividad empresarial. La anticipación, en las medidas a adoptar, es básica si queremos sortear las dificultades y ganar el futuro.