Stéphane Waser, CEO de Maurice Lacroix

Desde que se incorporó a Maurice Lacroix, ha sido testigo de varios cambios significativos. ¿Cuál considera que ha sido hasta ahora su mayor logro dentro de la empresa?

Desde mi incorporación a Maurice Lacroix, he sido testigo de numerosos cambios significativos. En cuanto a mi mayor logro en la empresa, hay varios que vienen a mente, especialmente considerando que llevo 15 años en este viaje. Durante este tiempo, hemos enfrentado múltiples desafíos, impulsados en parte por cambios estratégicos y también por crisis externas. En particular, atravesamos momentos difíciles en 2009 y 2014, sin mencionar la pandemia de COVID, que representó un tercer momento crítico.

Estas situaciones no solo probaron nuestra resiliencia, sino que también fortalecieron nuestra gestión y moldearon nuestra perspectiva sobre el negocio de maneras inesperadas. Sin embargo, si tuviera que destacar un logro clave, sería el lanzamiento de nuestro reloj AIKON. Este lanzamiento marcó un punto de inflexión para nosotros, clarificando nuestra identidad y dirección en un mercado saturado.

Antes de este momento, nuestra colección más reconocida era Masterpiece, famosa ciertamente, pero no precisamente accesible debido a su alto rango de precios, oscilando entre los 8.000 y 12.000 euros. Maurice Lacroix se ha caracterizado por ofrecer relojes en un segmento más asequible, normalmente entre 1.000 y 2.000 euros, y recientemente, extendiendo hasta los 3.000 euros. Con el lanzamiento de nuestro reloj emblemático AIKON, finalmente logramos posicionar un producto distintivo y comercialmente viable dentro de este rango, redefiniendo así nuestra oferta en el mercado.

Ha mencionado anteriormente que una de sus ambiciones es restablecer a Maurice Lacroix como una de las marcas de relojes de lujo más importantes. ¿Cómo define el «lujo» en el contexto actual y cómo se ajusta Maurice Lacroix a esta definición?

Es fascinante observar cómo el concepto de lujo ha experimentado una notable evolución en la última década o quince años, con cambios aún más significativos antes y después de la pandemia. El lujo se ha transformado en algo más accesible y democrático. La proliferación de colaboraciones entre marcas de moda de alta costura y firmas de streetwear es un claro indicador de cómo el lujo se ha despojado de su rigidez tradicional.

Hemos asumido este enfoque deconstructivo del lujo en Maurice Lacroix. Al infundir esta filosofía en nuestra marca, comenzamos por considerarnos parte del ecosistema urbano contemporáneo. Nuestras colecciones y campañas de comunicación reflejan esta orientación, centradas en la vibrante vida de la ciudad. Nos inspiramos en la moda callejera, el ambiente underground y la energía de los entornos urbanos, integrando estos elementos en el corazón de nuestra identidad de marca. Este enfoque nos permite reinterpretar el lujo de una manera que resuena con las tendencias actuales como la sostenibilidad, que cada vez está más presente en los valores de nuestros clientes.

Hablando de sostenibilidad, ¿cómo aborda Maurice Lacroix esta importante cuestión y qué medidas concretas se están tomando para atraer a los consumidores concienciados con el medio ambiente?

El enfoque hacia la sostenibilidad trasciende la mera atracción de consumidores. La verdadera revelación llegó con el lanzamiento de nuestro modelo Tide. Mientras desarrollábamos este diseño hace un par de años, notamos un cambio palpable en el diálogo con nuestros clientes. Comencé a recibir consultas vía email preguntando sobre nuestras prácticas: la sostenibilidad de nuestros empaques, la naturaleza vegana de nuestros relojes, y el uso de cuero sintético versus cuero tradicional, entre otras inquietudes relacionadas con la sostenibilidad de los materiales y el reciclaje de componentes como las baterías.

Este cambio en las consultas de nuestros clientes señaló una transformación en su mentalidad, algo que no podíamos ignorar, especialmente en el competitivo mundo de la relojería, donde Maurice Lacroix busca distinguirse. Notamos especialmente esta tendencia entre nuestros clientes más jóvenes, que incluyen a millennials y a la Generación Z, quienes muestran una demanda creciente por productos sostenibles, algo que prevemos se convertirá en un estándar en el futuro cercano.

La prevalencia de vídeos de unboxing en las redes, donde se critica el uso excesivo de plásticos y materiales no reciclables, también nos inspiró a repensar nuestros procesos. En este contexto, al desarrollar nuestra colección Tides, encontramos una oportunidad única de innovación. Trabajando estrechamente con nuestros proveedores, encontramos soluciones para incorporar materiales reciclados, como plásticos de botellas recicladas, no solo en nuestros empaques sino también en los propios relojes, como las correas y las cajas, abordando así el concepto de sostenibilidad de manera integral. Este enfoque nos ha permitido no solo responder a las expectativas de nuestros clientes sino también liderar el camino hacia una industria relojera más sostenible.

Con la penetración de Maurice Lacroix en el mercado español, ¿cuáles son las estrategias clave para captar la atención de su público objetivo, especialmente los millennials?

Nuestras estrategias se centran en aumentar nuestra visibilidad y forjar alianzas estratégicas. En particular, las colaboraciones desempeñan un papel crucial en nuestra aproximación, reflejando una tendencia creciente en la industria. Este año, planeamos una serie de colaboraciones notables, no solo en el sector de los relojes de lujo, sino también en el ámbito artístico y de diseño.

Estas iniciativas son fundamentales, pero su éxito depende en gran medida de una comunicación efectiva. Desde el lanzamiento de nuestro modelo icónico, hemos adoptado una estrategia de medios sociales robusta, diseñada para resonar con los hábitos de consumo de medios de las generaciones más jóvenes, en particular los millennials. Esta aproximación nos permite conectar de manera más auténtica y directa con nuestro público objetivo en España, capitalizando las plataformas que más frecuentan.

Mirando hacia el futuro, ¿cuáles son los próximos grandes pasos de Maurice Lacroix y cómo piensa llevar a la marca hacia nuevos horizontes en la industria relojera?

Maurice Lacroix se acerca a un hito significativo: nuestro 50º aniversario. Estamos inmersos en los preparativos de esta celebración, pero queremos abordarla de manera única. Nuestra intención no es solo rememorar nuestra rica historia, sino también enfocarnos en el presente y en las posibilidades que nos aguardan. Nuestro objetivo es continuar desarrollando esta distinguida marca, resaltando las virtudes y cualidades que hemos cultivado a lo largo de medio siglo.

Nos encontramos en un momento emocionante, en el cual Maurice Lacroix ha ganado relevancia entre las nuevas generaciones, lo cual es particularmente gratificante. Es fascinante observar cómo generaciones que inicialmente pensábamos que no mostrarían interés en nuestra marca, ahora valoran aspectos como el patrimonio cultural de la relojería, la maestría artesanal y la alta calidad.

En la era actual, dominada por la tecnología y los productos de consumo rápido como los smartphones, que se desechan y reemplazan con frecuencia, la nueva generación está redescubriendo el valor de la durabilidad. Un reloj Maurice Lacroix no es solo un artículo de lujo; es una pieza de calidad excepcional que puede durar décadas, ser reparada y atesorada. Este aprecio por la sostenibilidad y el cuidado de lo que poseemos es una tendencia alentadora que se alinea con los valores de la relojería tradicional. En este entorno, Maurice Lacroix se posiciona no solo como custodio de estas tradiciones, sino también como un innovador, impulsando la industria hacia el futuro.