Emilio Oviedo, director para Iberia de la ACE

¿Cómo podría afectar el nuevo reglamento a la seguridad alimentaria y sanitaria en el contexto de envases para productos perecederos? ¿De qué manera cree que el reglamento impactará en la calidad y durabilidad de alimentos y bebidas envasados?

Existen determinadas bebidas o alimentos -por lo general perecederos, como el zumo, la leche, salsas, caldos, etc- que, a la hora de elegir envase, se decantan por aquel que garantice las mejores prestaciones para preservar la seguridad alimentaria y extender la durabilidad del producto si perder calidad.

Este tipo de productos son sensibles desde el punto de vista microbiológico, y por ello es importante que el envase constituya una barrera eficaz contra los microorganimsos, la luz, el oxígeno y otros factores que pueden derivar en la fermentación del producto, la pérdida de aromas, etc.

El envase de cartón para bebidas es uno de los preferidos de los consumidores porque permite extender la vida útil de los productos preservando sus propiedades nutricionales, organolépticas, etc, algo que constituye un factor decisivo en la lucha contra el desperdicio alimentario.

Nuestros envases son reciclables, y se reciclan efectivamente puesto que los consumidores están habituados a facilitar su recogida selectiva depositándolos debidamente en el contenedor amarillo.
Es en este punto donde, desde nuestra industria, consideramos que la solución idónea para hacer convivir la reducción de la huella ambiental de los envases con la protección del consumidor y la seguridad alimentaria es la de seguir potenciando los sistemas de reciclaje, siendo incluso más ambiciosos en cuanto a los objetivos obligatorios de recogida.

 

En contraposición, la imposición unilateral de unas obligaciones de reutilización restrcitivas para todo tipo de envases – sin atender a la funcionalidad ni a las características intrínsecas de cada uno de ellos- podría poner en riesgo todos esos factores que hoy por hoy garantizan la calidad y la durabilidad de los alimentos, así como la seguridad alimentaria y sanitaria de los consumidores.

¿Cuál es su perspectiva sobre el futuro de la industria agroalimentaria en el contexto del Pacto Verde de la UE?

Nuestra perspectiva es optimista ya que confiamos que el futuro Reglamento finalmente salga adelante en las mejores condiciones para garantizar la seguridad y resiliencia de los sistemas de suministro a la vez que se reduce la huella ecológica. La reciente votación del Parlamento europeo en sesión plenaria es una señal importante en ese sentido, y confiamos que las negociaciones en el Consejo bajo presidencia española desembocarán en un acuerdo de compromiso que consiga un equilibrio adecuado para que la industria agroalimentaria salga fortalecida.

¿Cómo podrían las pequeñas y medianas empresas del sector afrontar los cambios propuestos por el PPWR?

En cuanto a las nuevas obligaciones, es evidente que las pequeñas y medianas empresas experimentarán mayores dificultades a la hora de poner en marcha una línea de reutilización para el envasado de sus productos. Por este motivo, consideramos que el futuro reglamento debe promover asimismo medidas orientadas a salvaguardar la viabilidad económica de aquellas empresas que puedan sufrir un mayor impacto en su competitividad debido a las nuevas obligaciones.

¿Qué papel desempeñan los consumidores en el éxito de la transición hacia envases más sostenibles?

En este proceso de transición ecológica, industria y consumidores vamos claramente de la mano. La industria da pasos hacia los envases sostenibles mejorando la composición de los envases a través de la innovación y el ecodiseño, mientras que el consumidor se hace cada vez más consciente de la importancia ambiental de sus decisiones, al tiempo que colabora en que se recicle más y mejor, depositando cada tipo de envase en el contenedor adecuado. Su papel es, por tanto, fundamental, y cobrará cada vez más importancia en el futuro.

¿Cuáles son las expectativas en cuanto al resultado final de las negociaciones del reglamento?

Como comentado en la tercera pregunta, somos optimistas de cara a esta fase final del procedimiento legislativo, si bien es evidente que existen ciertas preocupaciones sobre temas concretos que siguen actualmente en plena negociación. Desde la industria tratamos de argumentar lo mejor posible cuáles serán las implicaciones prácticas de las decisiones que pueden adoptarse de manera que puedan evitarse futuros problemas, pero nuestro compromiso con los objetivos del Reglamento es absoluto. Por ello, estamos seguros de que en unos meses contaremos con un excelente Reglamento que garantice la consecución de los objetivos del Pacto verde de la UE, garantizando asimismo la satisfacción de las necesidades de los consumidores.