¿Cómo surge esta colaboración con el museo Thyssen?

El museo Thyssen tiene un fuerte compromiso con prácticas sostenibles y busca sensibilizar aún más al público en esta dirección, un objetivo con el que nos identificamos plenamente.

En Heinz, nuestra preocupación no se centra únicamente en la salud del planeta, sino que es un enfoque que hemos mantenido desde hace mucho tiempo. Recordemos que ya en el siglo XIX, teníamos una granja de investigación donde cultivábamos pepinos. En esa época, tener una granja o explorar nuevas formas de trabajar la tierra era algo revolucionario. Hoy en día, es más relevante que nunca estar preocupados por la salud de nuestro planeta y por la tierra que trabajamos para alimentarnos.

Con esta visión en común, nos acercamos al museo con nuestro proyecto y, afortunadamente, recibimos un respaldo significativo por su parte para materializar esta idea.

¿Cree que estamos más cerca de un futuro distópico como el de 2074 o de regresar al pasado de 1890?

Aunque los datos sugieren que nos inclinamos hacia el panorama de 2074, tengo confianza en que aún podemos establecer una dirección diferente. Es notable cómo muchos agricultores ya reconocen la importancia de mantener tierras saludables, y aquellos que alcanzan el éxito en el sector de la agricultura lo hacen, en gran medida, gracias a que han cuidado y conservado la salud de sus suelos.

Lo que resulta alentador es que no solo los agricultores están tomando conciencia, sino que un creciente número de empresas se están sumando a este reto. La adopción de prácticas de agricultura sostenible está en aumento, y es verdaderamente emocionante presenciar este cambio.

¿Qué opina de la competencia que muchos agricultores en España y en Europa cree que puede haber frente a productos procedentes de África o de Latinoamérica y que no reciben los mismos estándares que sus competidores europeos?

Si bien no estoy completamente familiarizado con los desafíos específicos de los agricultores españoles, soy consciente de las dificultades que enfrentan debido a veranos más calurosos. Como empresa, entendemos que la procedencia de los productos es una preocupación creciente para los consumidores. Es por ello que trabajamos estrechamente con aquellos cultivadores que utilizan nuestras semillas y que conocemos y respaldamos, buscando siempre obtener los mejores productos posibles.

Es importante señalar que la mayoría de nuestros productos provienen de California y de España, por lo que estamos firmemente comprometidos en apoyar a esos agricultores. Entendemos y valoramos su rol crucial, especialmente ante los desafíos medioambientales futuros. La salud de los suelos y la gestión sostenible de los recursos serán esenciales. En el futuro, los agricultores tendrán que adaptar sus prácticas para retornar a métodos más tradicionales y sostenibles.

¿Qué otras iniciativas están llevando a cabo dentro del entorno de sostenibilidad de Heinz?

En Heinz siempre estamos buscando cómo mejorar y hacer las cosas de una manera más sostenible. Una de las cosas en las que nos hemos enfocado es en mejorar la salud de las tierras con las que trabajamos. La salud del suelo es fundamental, no sólo para nosotros como productores, sino también para el medio ambiente.

También hemos hecho cambios importantes en nuestro empaquetado. Por ejemplo, el año pasado introdujimos un envase que es completamente reciclable. Es un paso significativo, ya que muestra nuestro compromiso con reducir nuestro impacto ambiental.

Y, por supuesto, no podemos olvidarnos de la reducción de emisiones. Hemos establecido el objetivo ambicioso de alcanzar cero emisiones netas en 2030 en toda nuestra cadena de valor. Así que, sí, estamos bastante ocupados trabajando en varios frentes de sostenibilidad, y siempre buscando cómo podemos mejorar la nutrición de nuestros productos con ingredientes de alta calidad, que a su vez provienen de tierras saludables.