Enrique Tomás, CEO de Enrique Tomás

Con una proyección de crecimiento del 80 % para 2024, ¿cuáles son las estrategias clave que está implementando para alcanzar este ambicioso objetivo?

El jamón no se improvisa… con esto queremos decir que gran parte de las ventas estimadas no responden a una decisión concreta, sino a una tendencia que hemos venido construyendo. El jamón que vendemos hoy lo decidimos en gran parte hace tres años… y el jamón que venderemos dentro de tres años lo estamos comprando hoy (con algo de flexibilidad) por la complejidad de la producción del jamón ibérico y nuestro proceso de seleccionar los mejores. Es verdad que hay ciertos aspectos que nos están ayudando a lograr nuestros objetivos, y parte de estos se han venido haciendo los últimos meses (como ser patrocinadores de los Latin Grammy y de la Selección Española de Futbol, nuestros diferentes embajadores, o llegar a un acuerdo para tener un punto de venta en las gasolineras Repsol). Pero el crecimiento es resultado de más de 40 años de trabajo que está viviendo ahora un momento muy importante.

La innovación parece ser un pilar en su estrategia empresarial. ¿Cómo se mantiene a la vanguardia en un mercado tan tradicional como el del jamón ibérico?

Sobre todo, cambiando la forma de vender, más que los productos. El que cambia es el consumidor. El jamón es jamón, lo que pasa que hace 40 años todo el mundo sabía cortar jamón en su casa. Estamos casi casi en la era del “masticado”… y que se nos entienda: de la pieza entera pasamos al loncheado, luego a los bocadillos, y ahora hacemos un bocadillo de virutas con pan tierno para todos los públicos (Tomasón). Como sigamos haciendo los pasos que antes hacía el consumidor, el siguiente es casi que nos lo comamos… pero como eso no lo vamos a hacer, seguimos evolucionando. Eso, y ofrecer experiencias. Ya no basta con productos innovadores, la gente demanda vivir una experiencia. Por eso participamos de tantos eventos, y celebramos muchos propios, como la semana cultural que queremos celebrar este mismo verano en Badalona por San Juan.

En su libro habla sobre la necesidad de evolucionar o desaparecer en los negocios. ¿Cómo aplica este principio en la gestión diaria de su empresa?

Soy la persona mas curiosa que conozco… y en la observación encontramos respuesta. Fruto de esta observación hemos ido también cambiando nuestra tipología de tienda a lo largo de los años, y ahora ya no somos una charcutería. Tenemos tiendas con degustación, locales de degustación y carta con tienda, tiendas dispensadoras, experiencias personalizadas… e incluso llevaremos a la gente a vivir el origen del jamón con “País Jamón Tour”, o lo que es lo mismo “Belloturismo”; turismo en las dehesas donde se elabora el jamón ibérico que es un producto único en el mundo.

Su proyecto País Jamón Tour combina gastronomía con cultura y turismo. ¿Cómo surgió esta idea y qué impacto espera que tenga en la promoción de la cultura española?

Esta idea surge de mi condición de Seleccionador de jamón, y no productor. Nosotros seleccionamos los jamones y paletas que más nos gustan según nuestro criterio de excelencia y calidad. De todas las denominaciones. Esto hace que conozca bien las diferentes denominaciones de origen y que tenga una gran relación con la mayoría de productores. Conociendo las dehesas y los fabricantes, ellos me enseñaban todo lo que hay, no ya detrás, sino delante del jamón… y yo pensé, “esto tiene que verlo el consumidor final”. Creo de corazón que es una manera de poner ya no solo un producto, si no toda su cultura en el lugar que le corresponde.

Con una proyección de crecimiento tan ambiciosa, ¿qué medidas está tomando para garantizar la sostenibilidad y el impacto social positivo de su expansión?

Tenemos la suerte de que el proceso en la cría y producción del cerdo ibérico es, conceptualmente sostenible. La dehesa es un ecosistema ancestral que ya tiene un equilibrio de manera natural. Pero además sectorialmente también se están haciendo esfuerzos por esfuerzos en que la sostenibilidad sea un eje. En nuestro caso particular, ponemos esfuerzos en nuestro proceso de fabricación y elaboración de productos de Enrique Tomás, con diferentes certificados que nos ayudan a garantizar que efectivamente tenemos una cadena de producción sostenible. Y por último pero no menos importante, fomentamos una cultura de la empresa en esta línea, con la implementación de herramientas para digitalizar al máximo los documentos de la empresa, firmas digitales, políticas de ayuda a empleados a ser más sostenibles (puntos de reciclaje en la oficina y planta de producción), utilización de recursos sostenibles en la medida de lo posible (como placas solares), etc. Como decía, forma parte del ADN del mundo del jamón.