Jesus Alcoba

1. ¿Qué le impulsó a escribir Génesis?

Francamente, el aburrimiento. El hartazgo que me produce que todos consumamos los mismos productos y servicios y hablemos de lo mismo. En algún sitio leí que el mundo se dirige inevitablemente hacia la aniquilación de la singularidad. Muchos de los ciudadanos de los países llamados desarrollados estamos notando una fuerte presión a la uniformidad, derivada de la acción insistente de las grandes plataformas: tenemos los mismos dispositivos, utilizamos las mismas aplicaciones, compramos en los mismos sitios (uno en concreto) y, por supuesto, casi todos vemos las mismas series. Génesis intenta ser un manifiesto en defensa de la originalidad.

2. ¿Qué es una buena idea?

Una buena idea es una idea que capta la atención y estimula nuestra curiosidad. Yo distingo entre las buenas ideas y las ideas realmente buenas, que son las que, además, poseen una cualidad largamente explicada en Génesis, que se llama influencia generativa. Lo que sostengo es que la influencia generativa de las ideas realmente buenas es lo que mueve el mundo. 

3. ¿Cree que la generación millennial está falta de ideas?

El otro día un estudiante universitario me comentó que se lamentaba del impacto que está teniendo el smartphone en su vida. Me dijo: “antes yo inventaba historias, ahora las veo en Netflix”. Cuando un post-millennial te dice esto es que algo muy grave está pasando. Hay una cuenta en Instagram, la plaza del pueblo para millennnials y post-millennials, que se dedica a recopilar fotografías idénticas hechas por distintas personas. Todos imitamos y nos imitamos entre nosotros, la copia recursiva se ha convertido en una epidemia infecciosa.

4. Dígame una buena idea de este siglo XXI

El iPhone, sin duda. Fue una idea realmente buena, lo que yo llamo una idea génesis. Se ha hablado mucho de su tecnología y de la disrupción que significó, pero a mí me gusta mucho más hablar de su generosidad. Sería imposible calcular la enorme cantidad de negocios que viven hoy gracias a aquella idea: desde un desarrollador de apps hasta un fabricante de carcasas, y desde las empresas de accesorios hasta las que fabrican contenido para este dispositivo. Mucha gente le debe mucho al iPhone, y la mayoría no trabaja en Apple.

5. La presentación de una idea, si se hace mal, puede terminar en que una idea buena acabe en el olvido. ¿Qué hacer en estas circunstancias?

A mi modo de ver, lo que todo el mundo debería comprender es que una buena idea no se puede comunicar mal. No sé cómo suena esto, pero en el mundo de la empresa cometemos recurrentemente dos errores: uno, pensar demasiado en el producto y muy poco en el cliente o en la comercialización. Y dos, pensar que las ideas, por ser buenas, se comunican solas. Por cada hora invertida en crear algo nuevo deberíamos invertir al menos otra en elaborar cómo comunicarlo. Yo tengo una conferencia TEDx en internet llamada “Conciencia y conexión” que va acumulando decenas de miles de visitas. Dura 18 minutos, pero me costó varios meses prepararla.

6. ¿Son los algoritmos la anticreatividad?

Sin duda. Ken Robinson dijo que las escuelas matan la creatividad. Con el cambio de década, resulta que son los algoritmos los que la destripan. 

7. Su libro es un manifiesto a favor de la originalidad. ¿Ser original no es ser creativo?

Desde el punto de vista científico, la originalidad es un componente de la creatividad. De hecho, es el factor más relacionado con el pensamiento creativo y también con la innovación. Por eso me sorprende tanto que se haya dedicado tanta tinta a hablar de creatividad y tan poca a desarrollar el concepto de originalidad. Génesis intenta corregir ese desequilibrio. Sobre todo porque, para mí, la originalidad significa mucho más que aportar una idea estadísticamente infrecuente. Originalidad tiene que ver con origen, con el inicio de algo. Por eso hablo de ideas génesis.