Matthias Meier, CEO de igus España
Hace 60 años, Günter Blase creó la empresa junto con su esposa Margret en 1964 en un garaje de Colonia. ¿Cómo surgió la idea?
Nuestro fundador, ingeniero en la industria maderera y director de una fábrica de plásticos en Colonia durante años, creó su propia empresa y necesitaba hacerla crecer. Se acercó al proveedor de automóviles Pierburg y le dijo: “Dame tu pieza más difícil y encontraré una solución”. Se trataba de un cono de válvula para el carburador. Lo vio como un reto. Quería abordar el componente de una manera completamente diferente, moldeándolo a partir de plástico mediante una máquina de moldeo por inyección. Experimentó hasta que encontró la solución perfecta.
Desde que llegó igus a España, ¿cómo es igus en la actualidad? ¿Qué les motiva como empresa?
igus se instaló en España en el 2000 con una oficina comercial y actualmente estamos construyendo una nueva sede, donde arrancaremos con la fabricación. En la actualidad, igus continúa con esta visión pionera en el desarrollo de plásticos técnicos para aplicaciones en movimiento. Desde nuestros inicios, igus ha tenido un propósito claro: ofrecer soluciones prácticas y accesibles para todo lo que implique movimiento en máquinas y sistemas. Nuestro enfoque está en eliminar complicaciones como el mantenimiento excesivo o el desgaste prematuro de los componentes. Al trabajar con plásticos técnicos libres de lubricación, ayudamos a nuestros clientes a optimizar sus procesos de manera sencilla y sostenible. Lo que realmente nos mueve es encontrar soluciones, incluso para los problemas más complejos.
¿Qué aspectos diferencian a igus y por qué un cliente debería pensar en ustedes para resolver sus retos técnicos?
Nuestra prioridad es escuchar. Cuando un cliente se acerca a igus, lo primero que hacemos es entender su necesidad específica. ¿Qué quiere lograr? ¿Qué obstáculos enfrenta? Solo a partir de ahí podemos ofrecerle un producto o solución que realmente le aporte valor. Nuestros componentes son libres de lubricación y están diseñados para una larga vida útil. Esto reduce el mantenimiento y minimiza interrupciones en la producción. En sectores como la industria alimentaria o la logística, donde cada minuto cuenta, esta ventaja puede marcar una gran diferencia en tiempo y costes. Por otro lado, nuestra filosofía es hacer la tecnología accesible. Ofrecemos soluciones personalizadas, pero también contamos con herramientas online para que el cliente pueda experimentar con nuestros configuradores por sí mismo. Todo está diseñado para que cualquier empresa, sea grande o pequeña, encuentre en igus un aliado que se adapta a sus necesidades. Como anécdota, contaré que en igus sacamos unos 200 productos nuevos cada año impulsados precisamente en las necesidades de nuestros clientes. Ahora, por ejemplo, estamos apostando por intentar llevar la automatización al mayor número de empresas, al menor coste, gracias a nuestros robots de “Low Cost Automation”.
¿Podría compartir un ejemplo de cómo ayudan a resolver un problema real?
Recientemente, trabajamos con una pequeña planta de embotellado que enfrentaba problemas constantes por los lubricantes en sus cojinetes. Esto no solo afectaba la calidad del producto, sino que además incrementaba los tiempos de parada. Al sustituir esos cojinetes por otros de polímero libre de lubricación de igus, eliminamos la causa del problema. Resultado: menos interrupciones, menor coste y un proceso más limpio. También hemos colaborado con empresas que quieren automatizar procesos de manera sencilla. Por ejemplo, en el sector educativo y la hostelería, ayudamos a implementar robots económicos que facilitan tareas repetitivas. Esto permite a los equipos enfocarse en lo que realmente importa, sin que la tecnología sea un lujo inaccesible.
¿Qué papel juega la sostenibilidad en su forma de trabajar?
En igus creemos que mejorar el rendimiento no debería estar reñido con el cuidado del planeta. Como empresa fabricante de plásticos, estamos muy concienciados en completar el ciclo de vida de este material. Un gran ejemplo de las acciones que llevamos a cabo es nuestra plataforma Chainge, que permite a los clientes reciclar cadenas portacables de cualquier fabricante al finalizar su vida útil. También hemos desarrollado productos como la igus:bike, una bicicleta fabricada con plásticos reciclados, que demuestra cómo la innovación puede ser además sostenible. En nuestras fábricas reutilizamos prácticamente todos los residuos que generamos en los procesos de producción. Estamos comprometidos con la economía circular y trabajamos para que cada proyecto tenga un impacto positivo tanto en el cliente como en el medioambiente.
Finalmente, ¿cómo imaginan su papel en el futuro de la industria?
Queremos seguir siendo una referencia cercana y accesible para cualquier empresa que necesite soluciones de movimiento. Sabemos que cada cliente, desde una gran multinacional hasta una pequeña PYME, enfrenta sus propios desafíos. Nuestro objetivo es estar ahí para todos ellos, ofreciendo soluciones que no solo resuelvan problemas técnicos, sino que también generen confianza y tranquilidad. Creemos en un futuro donde la tecnología y la sostenibilidad vayan de la mano. Si alguien tiene un problema, grande o pequeño, y no sabe por dónde empezar, en igus siempre encontrará un equipo dispuesto a escuchar, proponer ideas y encontrar la solución que mejor se adapte. En definitiva, como dice nuestro CEO: “Queremos mantener el espíritu emprendedor y el deseo de hacer que todo sea un poco mejor”.