El Consorci de la Zona Franca de Barcelona es un referente histórico dentro de Cataluña con más de 100 años. ¿Cómo se siente al ser la primera mujer que accedió al cargo de Directora General de esta institución? La verdad es que siempre me he movido en entornos industriales y logísticos en los que la presencia de la mujer es más limitada, especialmente en cargos directivos. Eso me ha dado cierta perspectiva y, aunque por supuesto asumir la dirección general del CZFB fue un reto mayúsculo, lo viví como un paso más dentro de mi carrera profesional. Para mí lo más importante ha sido la responsabilidad de tomar las riendas de una entidad con vocación y capacidad de transformar las cosas, y creo que eso trasciende el hecho de que yo sea mujer. Por otra parte, me he sentido respaldada desde el primer día por el equipo de profesionales que forma el CZFB, que es extraordinario, y que constituye el principal valor de esta casa.
Usted ha sido impulsora de muchas de las iniciativas de digitalización que está actualmente llevando a cabo CZFB. ¿En qué aspectos cree que hay que hacer mayor énfasis actualmente?
En efecto, el CZFB ha vivido un importante impulso de la digitalización en estos últimos años, porque esa es la nueva revolución de la economía y nuestro mandato es ir siempre un poco por delante, abriendo camino a las empresas y acompañándolas en esta transformación. Hace tres años, a principios de 2019, impulsamos junto a Leitat y con apoyo de fondos FEDER a través de la Fundación Incyde de las Cámaras de Comercio de España la primera incubadora europea de alta tecnología en 3D, el 3D Incubator. En este tiempo hemos incubado más de 75 empresas, muy por encima de las previsiones iniciales, y en el inicio de la pandemia unimos esfuerzos con HP, CatSalut, el Consorci Sanitari de Terrassa (CST) y el Hospital Parc Taulí para crear el primer respirador de campaña 3D validado médicamente e industrializable. Más recientemente hemos puesto en marcha la DFactory Barcelona, que va a convertirse en el gran hub de la industria 4.0 del sur de Europa y que cuenta con laboratorios en impresión 3D, en robótica o inteligencia artificial entre otras tecnologías. Empresas como Huawei, On- Robot o Ferrovial Servicios Medioambiente (Cespa), ya están trabajando allí, dibujando cómo va a ser la industria del futuro. Además, desde el CZFB impulsamos en plena pandemia BNEW (Barcelona new Economy Week), un evento híbrido centrado en la nueva economía y con la digitalización como una de sus palancas destacadas.
¿Cómo valora la llegada de los fondos europeos en materia de transformación digital para los proyectos de la institución? Los fondos Next Generation son una gran oportunidad para acelerar la transformación de la economía con procesos que en parte ya habían empezado antes de la pandemia. La crisis sanitaria nos ha obligado en cierta manera a parar, y eso a su vez nos ha permitido tomar aire para reformular algunas cuestiones importantes. La digitalización es la nueva revolución industrial, la pauta que va a definir cómo hacemos las cosas y cómo vivimos en el futuro. Pero no es la única: la sostenibilidad y la igualdad son otros parámetros estratégicos. Desde el CZFB trabajamos precisamente con esta línea estratégica, acompañando a las empresas en este proceso de transformación.
Actualmente CZFB se encuentra organizando la segunda edición de la Woman Acceleration Week. ¿Qué novedades vamos a ver reflejadas en esta nueva edición?
Cuando lanzamos BWAW el año pasado lo hicimos con la clara vocación de ser una plataforma útil para trabajar en la igualdad de género en el sector industrial y con el compromiso de no caer en un planteamiento sectario o victimista. De hecho, una de las principales características de BWAW es que contamos con el 50 % de ponentes hombres, y eso es algo buscado porque no tiene mucho sentido hablar de igualdad de género y prescindir de la mitad de la sociedad. Es tan absurdo cómo ver eventos sobre igualdad en la que todos los ponentes son hombres. Esta es una batalla que debemos ganar todos juntos como sociedad. La segunda edición de BWAW, que se celebrará del 8 al 10 de marzo, llega con el reto de consolidar el éxito alcanzado en la primera edición, que contó con la participación virtual de más de 2.200 personas.
¿Qué nuevas oportunidades de desarrollo cree que este tipo de iniciativas están generando dentro de la ciudad Barcelona? ¿Alguna a destacar especialmente?
Barcelona es una ciudad dinámica que cuenta con un entorno privilegiado en muchos aspectos, como por ejemplo su extraordinario ecosistema emprendedor o la calidad de sus universidades y escuelas de negocio. Muchos de los rankings internacionales sitúan a Barcelona entre los principales destinos para invertir y como una de las mejores ciudades para vivir. Ese es un patrimonio inestimable, tenemos arquitectura, cultura, clima… Y debemos seguir generando iniciativas como BNEW, como la DFactory Barcelona, como la 3D Incubator, o como el SIL (que este año recuperamos tras el parón de la pandemia) que nos permitan proyectar la ciudad al mundo y generar nuevos atractivos para la captación de talento. Aquí tenemos en marcha, junto con Correos y el Ayuntamiento de Barcelona, un proyecto estratégico para transformar el antiguo edificio de Correos de Via Laietana en un gran hub de formación de nuevo talento.
Para terminar, ¿cuáles son los principales retos a los que se enfrenta en la actualidad CZFB?
El CZFB es un motor de transformación, y por lo tanto nuestro principal reto es ser capaces de ir siempre un paso por delante, para abrir camino a las empresas. Ese es nuestro reto: innovar, innovar, innovar.