Rusia favorece el fortalecimiento del rublo, pero los riesgos persisten

Enrique Diaz | 22 de febrero de 2022

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De las divisas de los mercados emergentes, el rublo ha sido una de nuestras favoritas.  Este punto de vista se basa principalmente en los fundamentos macroeconómicos de Rusia, que diferencian al país de muchos de sus pares. 

1) Elevado superávit por cuenta corriente

Desde finales de la década de 1990, Rusia ha registrado importantes superávits por cuenta corriente, sustentados en las sólidas exportaciones de materias primas energéticas del país (principalmente petróleo y gas). La fuerte demanda y el aumento de los precios en el cuarto trimestre de 2021 dieron lugar al mayor superávit por cuenta corriente jamás registrado. El superávit del año pasado, de 120.300 millones de dólares, fue también el más alto registrado en términos nominales y equivale a aproximadamente el 7% del PIB del país, según nuestros cálculos provisionales. 

2) Grandes reservas de divisas 

Es importante destacar que Rusia es uno de los pocos países de los mercados emergentes que ha sido capaz de acumular una impresionante cantidad de reservas de divisas. El Banco Central de Rusia tiene ahora un arsenal de 630.200 millones de dólares en reservas de divisas, equivalente a aproximadamente 20 meses de importaciones. Creemos que esto debería dejar margen para la intervención directa y disuadir las apuestas especulativas contra la moneda. 

3) Política fiscal conservadora 

La situación fiscal de Rusia es impresionante, ya que la relación deuda/PIB del país fue de sólo el 17,8% en 2020. Un superávit presupuestario previsto para 2021 hace pensar que la situación fiscal probablemente mejore en 2021. La deuda externa sigue siendo igualmente baja, aproximadamente el 30% del PIB del país.  

Otras consideraciones importantes a tener en cuenta

Rusia tiene uno de los tipos de interés más altos del mundo, lo que debería resultar atractivo para los inversores. En lo que va de este ciclo, el banco ha subido los tipos en ocho ocasiones, elevando el tipo de referencia en un total de 525 puntos básicos, hasta el 9,5%, y es probable que no sea la última de las subidas. Además, Rusia tiene unos tipos reales positivos que hoy en día son bastante raros, incluso en el conjunto de los países emergentes.  

Debido a la importancia del petróleo y el gas para la economía rusa, el rublo es también una divisa relacionada con las materias primas, lo que significa que su comportamiento debería reflejar, en parte, los cambios en los precios de las materias primas energéticas, que han seguido una tendencia al alza en los últimos trimestres y han aumentado hasta situarse muy por encima de los niveles anteriores a la pandemia. 

Suponemos que las tendencias relativas a los fundamentos de Rusia, la política monetaria y los precios de las materias primas se mantendrán casi en su totalidad, proporcionando respaldo al rublo. Dicho esto, Rusia es ahora el centro de las tensiones geopolíticas con Ucrania. El riesgo de un posible ataque ruso a su país vecino y las sanciones occidentales a Rusia que le seguirían dieron lugar a un cambio en el sentimiento hacia el rublo y los activos rusos, que ha sido particularmente visible en los últimos dos meses aproximadamente: el EUR/RUB alcanzó el nivel de 90,0 a finales de enero, su nivel más alto desde la primavera de 2021. Seguimos esperando una desescalada de las tensiones y un descenso del EUR/RUB hasta el nivel de 78,0 a finales de 2022. Si se materializa un conflicto militar, la caída del rublo podría ser significativa, sobre todo si se tiene en cuenta que la valoración del mercado a este respecto no indica que los inversores estén preparados para este riesgo.