No por los “brotes verdes”…., sino por la demora insufrible de 4 años para llegar a recuperar cifras de PIB prepandemia, no cabe celebración alguna, ser el último país de la zona Euro en recuperar ésta situación, y el penúltimo de la unión Europea es un insulto para nuestra economía, la cual ya no es siquiera la primera de habla hispana, sobrepasada por México.
Tocar la campana cada vez que hay un atisbo de recuperación sin tener en cuenta el resto de datos que nos acechan, es cuanto menos absurdo. No cabe duda que la subida del PIB es un buen dato por el que todos nos debemos alegrar, sin embargo no es fruto de un trabajo bien hecho, sino de la inercia, que además nos hace estar en posición de debilidad absoluta ante la incertidumbre que vive la situación económica no solo nacional sino internacional.
Es normal el dato del PIB tras las medidas tomadas por el BCE, y nuestra fase de recuperación por la que el resto de países ya pasaron; ahora se encuentran muchos de ellos en recesión técnica o en recesión, véanse los casos de Irlanda y/o Alemania, en una fase más avanzada. Recordemos que los tipos siguen subiendo por encima ya del 4% (muchos nos llamaron agoreros por decir que llegaríamos a ésta cifra, la primera vez que en un ratio tan corto de tiempo subieron de manera tan exacerbada los tipos, desde hace 15 años no veíamos la cifra, pero la noticia no es llegar, si no la subida fulgurante que aún no llegó a su tope máximo, serán las máximas cifras de nuestro siglo hasta la fecha.)
Son varios los avisos que recibimos del resto de indicadores; el propio Banco de España es consciente de los mismos; todo ello nos hace pensar en un frenazo de la economía tras el verano, y con clara extensión en el año 2024, recordemos que vivimos en una economía totalmente dopada y llena de ayudas que llegarán a su fin tras el periodo electoral en cumplimiento con la UE. Topes de la UE que nos saltamos a la torera todos estos años con múltiples tretas y engaños para intentar cubrir expediente y alargar las exigencias de Bruselas, (recordemos los engaños constantes en envíos de cuentas, contabilizando 13 meses de ingresos en lugar de doce, el desbarajuste del rastreo de los fondos europeos en el que no somos capaces de poner orden pero exigimos nuevos ingresos, o las incipientes preguntas sobre la ocultación de casi un millón de parados más de los que tenemos). La imagen en Europa de la supuesta cuarta economía de la zona euro está mancillada de todo punto. Tendremos un antes y un después cuando llegue el momento en que Europa exija resultados claros, ya no valdrán más excusas ni remilgos sino que serán los men in black ( no tan divertidos como los de la película) los que vengan a poner orden.
La economía se enfría lentamente y más cuando nos obliguen a cumplir con las medidas que reclamará la unión europea como ya comentamos, ya empiezan a llegar algunas como la devolución de las TLTRLOS, con lo que los bancos necesitarán remunerar mejor el dinero para poder ejercer sus actividades como entre otras la de préstamo, si bien será más difícil encontrarlo ya que también somos el país con mayor pérdida de poder adquisitivo, ya que los salarios no subieron en proporción a la carestía de la propia vida (lo cual es una bajada de salario general encubierta – fuente OCDE-).
Vemos signos claros de todo lo comentado en las empresas que bajaron sus ventas en un 4.7%, y acompañando a este dato la industria desciende su actividad en un 8,1%. La concesión de hipotecas sigue en descenso acusado reduciéndose en un 18,3% las mismas (recordemos que las hipotecas subieron de media en un año unos 290 euros, lo cual ataca de manera evidente al comentado poder adquisitivo de las familias). Del mismo modo el turismo exterior sobre todo de ciudadanos Alemanes desciende en reservas día tras día, perdiendo ya un 2 puntos porcentuales sobre reservas cerradas con respecto al año anterior y van subiendo las cancelaciones de estancias que se repetían cíclicamente.
El consumo de las familias sigue en descenso absoluto, ya no hay capacidad de ahorro sólo de vida para muchos, que aprendieron de la pandemia lecciones duras en muchos casos. Solo las exportaciones nos dejan respirar, el comercio exterior nos da un impulso seguramente ficticio en estos meses, ya que a quien más exportamos es a la propia Unión Europa que se encuentra sumida en el proceso de asumir una recesión, y llegado ese momento nuestras exportaciones bajarán de igual modo, con lo que frenaremos con ellos de manera paulatina, lo cual será un duro revés para nuestra economía.
Todo esto acontece en un clima anestesiado llamado elecciones, que no parecen acabar nunca, no sé si veremos alguna vez como la economía se separa de la política, como se separaron otros binomios ancestrales, pero urge a que esto ocurra en algún momento y sean gestores y no políticos quienes dirijan la misma. No olvidemos que cualquier resultado positivo que observamos en la actual situación de crisis e incertidumbre es a costa de dejar atrás a mucha gente por vencer una inflación que no se controló en su momento, porque no se fue capaz de medir, las rentas disponibles de los ciudadanos están en absoluto peligro si nadie pone orden en las estructuras básicas de las organizaciones administrativas y en el tan acuciante paro(en donde también somos vergonzosos líderes) que es una lacra absoluta para nuestra economía, hay que ponerse a trabajar y remangarse las mangas, sean verdes o no.
España crece, pero las familias y las PYMES sufren.
