Ana Sastre

Directora general de Formaspack Upcycling Group

Más allá del reciclaje: la importancia de revalorizar los residuos plásticos

El plástico ha sido un elemento esencial en la industria alimentaria durante décadas, pero también representa un gran desafío ambiental. Según Plastics Europe, en 2022 se generaron más de 30 millones de toneladas de residuos plásticos en la Unión Europea, y solo el 41% se recicló. En muchos casos, este reciclaje implica una degradación del material, reduciendo su vida útil y su potencial de reutilización.

Aquí es donde el suprarreciclaje o upcycling adquiere protagonismo. No se trata solo de reciclar, sino de transformar los residuos plásticos en productos de mayor valor y calidad, reduciendo así su impacto ambiental. En lugar de convertir los envases en materiales de menor categoría o desperdiciarlos, podemos reintegrarlos en la cadena productiva con un propósito claro: crear soluciones sostenibles para sectores como el alimentario, donde la seguridad y la funcionalidad son esenciales.

rPET: una alternativa real con beneficios tangibles

El PET es uno de los plásticos que permite un reciclaje más eficiente y seguro para su uso en contacto con alimentos, lo que lo convierte en un candidato ideal para el suprarreciclaje. Mediante procesos avanzados de limpieza, descontaminación y revalorización, es posible transformar botellas y residuos plásticos postconsumo en nuevas bandejas de rPET para el envasado de productos frescos, reduciendo la necesidad de materiales vírgenes y disminuyendo la huella ambiental.

Los datos respaldan esta transición. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, el uso de rPET en lugar de PET virgen reduce la huella de carbono hasta en un 79%. Además, por cada tonelada de PET reciclado se evita el consumo de aproximadamente 1,9 toneladas de petróleo crudo, disminuyendo así la dependencia de recursos fósiles. En el caso de la industria alimentaria, la implementación de envases con rPET está marcando una diferencia palpable, con algunos mercados europeos alcanzando medias de hasta un 80% de contenido reciclado en sus bandejas para carne y aves.

Economía circular y regulación: claves para el cambio

La sostenibilidad no es solo una elección empresarial, sino también una exigencia regulatoria en constante evolución. La Unión Europea ha establecido que, para 2030, todos los envases plásticos deberán ser reciclables y contener un porcentaje mínimo de material reciclado. Este marco normativo no solo impulsa la transformación de la industria, sino que también refuerza la importancia del suprarreciclaje como una solución viable y necesaria.

El reto no está solo en cumplir con las normativas, sino en adelantarse a ellas mediante la innovación y el desarrollo de nuevos materiales. El suprarreciclaje permite optimizar el uso del plástico, extendiendo su ciclo de vida y evitando que termine en vertederos. Además, contribuye a cambiar la percepción del plástico, alejándolo de la categoría de residuo problemático para convertirlo en un recurso aprovechable dentro de la economía circular.

Un futuro donde los residuos se convierten en recursos

El suprarreciclaje del PET es una herramienta clave para reducir el impacto ambiental del plástico sin renunciar a sus beneficios funcionales. Al apostar por el rPET en el sector alimentario, no solo se disminuye la presión sobre el medioambiente, sino que también se impulsa un modelo de producción más eficiente y responsable.

La clave está en seguir innovando, promoviendo cambios estructurales y replanteando nuestra relación con los materiales que utilizamos a diario. Solo así podremos avanzar hacia un futuro donde los residuos se conviertan en soluciones y oportunidades en lugar de problemas.

No se trata de eliminar el plástico, sino de repensarlo, optimizando su uso y maximizando su valor a lo largo de su ciclo de vida.”