dfa

¿Ha recuperado Santander el pulso económico, social, etc., tras la crisis sanitaria provocada por el Covid-19?

Lo estamos recuperando. Hay que tener en cuenta que la crisis sanitaria, social y económica provocada por la covid-19 ha sido la peor de la historia reciente y ha dejado muchas heridas en las empresas que no son fáciles de curar. Debemos ser conscientes de que numerosas empresas se han visto obligadas a cerrar unos meses y que las pérdidas ocasionadas han sido muy importantes. Pero es que eso no ha sido todo. Estamos inmersos en una guerra en Europa y el Gobierno no es capaz de controlar el precio de la luz ni los combustibles, con una inflación desbocada. Para situarnos, esa es la realidad que nos ha tocado vivir.

Pero, dentro de una globalidad muy complicada, la verdad es que Santander se encuentra en una situación privilegiada porque desde el Ayuntamiento hemos reaccionado a tiempo y hemos conseguido parar el golpe económico de las empresas –con una gran bajada de impuestos que ha supuesto un ahorro de 7,3 millones de euros para los empresarios locales y con ayudas directas que suman casi 9 millones de euros entre más de 5.600 empresas–.

Si a eso le unimos que hemos logrado dinamizar el comercio y la hostelería con bonos que han inyectado unos 7 millones de euros en los establecimientos adheridos a las campañas; que el turismo se ha recuperado con cifras récord este último verano; y que el Ayuntamiento no ha parado la inversión productiva, con más de 72 obras finalizadas esta legislatura por importe de casi 70 millones de euros y actualmente otras 23 en ejecución por otros 32, sí que podemos decir que ya estamos recuperando el pulso y dispuestos a afrontar el futuro con más energía que nunca.

¿Cómo se encuentra el tejido empresarial local en estos momentos?

El número de empresas activas en Santander es de 11.845, correspondiendo más de la mitad (el 56,4 %) al sector servicios, una parte fundamental para la economía de la ciudad que, desde el Ayuntamiento, tratamos de mantener, apoyar y ayudar con los numerosos programas que desarrollamos a lo largo del año.

Además de todo eso, propiciamos el emprendimiento a través del programa de coworking dirigido a emprendedores con un proyecto empresarial en fase temprana de desarrollo o con una empresa creada recientemente, del que ya hemos realizado ocho ediciones con el objetivo de ayudar a las personas que tienen una idea de negocio y aumentar la probabilidad de éxito de los proyectos en un periodo breve de tiempo, identificando los de mayor potencial de desarrollo.

Hay que tener en cuenta de que desde la primera edición de Coworking son ya 150 los emprendedores que han participado en este programa y más del 50 % continúa con su actividad, por lo que estos resultados tan positivos han fortalecido el tejido empresarial de Santander.

 

“Santander ha apostado por ser una ciudad cada vez más moderna y sostenible, cohesionada socialmente, con entornos urbanos centrados en las personas, que propicia el uso de medios de transporte alternativos al vehículo privado, que protege el medio ambiente y fomenta la eficiencia y el ahorro energético”

 

¿Qué sectores cree que tendrán más oportunidades de crecer y qué medidas se está poniendo desde el Ayuntamiento para atraer talento?

Creo que el sector tecnológico y el medioambiental tienen grandes posibilidades de ser nichos de mercado en los próximos años. Por ello acabamos de adjudicar la construcción del nuevo Centro de Iniciativas Empresariales de Santander, por un presupuesto de 3 millones de euros, con la previsión de que las obras puedan estar finalizadas y el centro en marcha a finales de 2023. Ubicado en la calle La Tesilla (La Albericia), tendrá una superficie de alrededor de 1.500 metros cuadrados, con un espacio de networking y un salón de actos equipado con las últimas tecnologías para que los usuarios puedan exponer sus proyectos y experiencias.

Esta dotación será fundamental para el apoyo y promoción de las iniciativas empresariales y para su diseño se ha contado con la participación de los agentes económicos y sociales de la ciudad. El centro acogerá un espacio formativo para empresas de base tecnológica, destinado a promover un campus para desarrolladores en programación y disciplinas tecnológicas con el objetivo de fomentar el emprendimiento tecnológico y la cualificación de jóvenes en competencias digitales.

¿Cree que las empresas e instituciones deben poner su enfoque en la digitalización para salir de la crisis?

Lo estamos haciendo. De hecho, y como toda la transformación tecnológica se ha acelerado desde la pandemia, hemos facilitado a las empresas los medios y el dinero para poder hacerlo con unas ayudas directas dirigidas precisamente a la innovación digital. Además, hemos puesto en marcha una plataforma de venta para los comercios denominada “El Mercaderío”, y hemos ayudado a los establecimientos hosteleros a través de cursos de digitalización a la modernización tecnológica de sus negocios. Respecto al Ayuntamiento, cabe recordar que la idea de convertir Santander en una smart city surgió en el año 2009.

En España estábamos comenzando a vivir una crisis en la que el modelo productivo se había agotado, y en el equipo de gobierno comenzamos a reflexionar sobre hacia dónde tenía que ir la ciudad. En aquel momento llegamos a la conclusión de que el desarrollo de la ciudad tenía que tener dos pilares fundamentales: la cultura y la innovación. Santander, culturalmente hablando, ha dado un salto impresionante, pero nos quedaba la asignatura pendiente de aplicar la tecnología a la gestión municipal. Fuimos pioneros a la hora de apostar por la smart city, consagrando la ciudad como un gran laboratorio urbano en el ámbito del Internet de las cosas, con la colocación de miles de dispositivos que permiten conocer en tiempo real el estado de los servicios, con el objetivo de adecuar la gestión municipal a las necesidades reales de los santanderinos.

Este gran equipamiento tecnológico tiene un doble objetivo: por un lado, optimizar los recursos, proporcionando una mayor eficiencia en el funcionamiento de los servicios públicos; y por otro, avanzar en el desarrollo de nuevas soluciones tecnológicas, validando los datos obtenidos en condiciones reales. Actualmente estamos desarrollando el proyecto Santander Smart Citizen, que cuenta con un presupuesto de 6,7 millones de euros, y contempla la implantación de nuevos canales de comunicación e interacción con la ciudadanía y el desarrollo del concepto de ciudadano 360º, que lo sitúa en el centro de la acción municipal.

Esta iniciativa tiene como principal objetivo cohesionar el ecosistema de innovación que se ha venido desarrollando en los últimos años en la ciudad, y seguir consolidando y potenciando Santander como ciudad y destino turístico inteligente, orientando nuestra estrategia cada vez más hacia la mejora de servicios que se ofrecen al ciudadano y visitante. En un mundo hiperconectado lo que pretendemos es simplificar, racionalizar y facilitar el acceso a los diferentes servicios municipales de una manera unificada y con nuevas herramientas. Estas herramientas nos van a permitir también mejorar y reforzar la participación de la ciudadanía en la vida de la ciudad y, gracias a las soluciones que se implanten, tendremos un mejor conocimiento del ciudadano, que nos va a servir para mejorar y dimensionar más adecuadamente los servicios de la ciudad.

Uno de los principales valores de Santander es su lucha por la sostenibilidad. ¿Qué se está haciendo al respecto?

Santander ha apostado por ser una ciudad cada vez más moderna y sostenible, cohesionada socialmente, con entornos urbanos centrados en las personas, que propicia el uso de medios de transporte alternativos al vehículo privado, que protege el medio ambiente y fomenta la eficiencia y el ahorro energético.

Por ello, en el Ayuntamiento de Santander llevamos años trabajando en la articulación peatonal y ya contamos con 15 itinerarios mecánicos que han mejorado la vida de miles de santanderinos, que han supuesto una inversión municipal de más de 27 millones de euros y que utilizan ocho millones de usuarios cada año.

A través de escaleras mecánicas, rampas, ascensores y hasta un funicular estamos logrando que Santander sea una ciudad cómoda y accesible para todas las personas. Además, vamos a acometer próximamente otros dos itinerarios verticales en el Paseo de Canalejas (2,4 millones de euros) y entre las calles Jesús de Monasterio y Juan XXIII (2,1 millones de euros) Y acabamos de reabrir un túnel que se usó, en su momento, para el paso del tranvía y que se encontraba clausurado y que, a día de hoy, permite, en apenas cinco minutos andando y mucho menos en bicicleta, unir las zonas de Tetuán y el Sardinero, lo que va a representar también un importante avance en la movilidad peatonal y ciclista en Santander. Además de todo lo ejecutado en cuanto a la sostenibilidad: (contamos con 15 itinerarios verticales, hemos implantado una red de carriles bici de 33 kilómetros, cerrando el anillo ciclista de 20 km de longitud y que bordea toda la ciudad disponible para el ocio, el deporte o la movilidad cotidiana; subvencionamos la compra de bicicletas eléctricas, y la renovación de la flota del taxi; hemos instalado aparcamientos cerrados y videovigilados, etc) hemos conseguido 7,6 millones de euros de los fondos europeos para impulsar la movilidad activa, fomento del cambio modal y transformación digital y sostenible del transporte urbano de Santander y otros 3,1 millones para desarrollar el proyecto “Santander Capital Natural”.

¿Qué nuevas iniciativas tienen planeado desde el Consistorio a corto y medio plazo?

Actualmente, a corto y medio plazo, además de continuar nuestros proyectos de ciudad que estamos ejecutando como las 66 VPO en la calle Alta, el centro cívico de Cueto, la rehabilitación de la biblioteca Menéndez Pelayo, la rehabilitación integral del Museo de Arte de Santander o las urbanizaciones de la calle Repuente, El Mercado y Los Escalantes, entre otras muchas, vamos a comenzar a desarrollar los proyectos que hemos conseguido de los fondos europeos, que suman 17,3 millones de euros.

De esta forma, en Turismo vamos a ejecutar el proyecto “Santander, Norte Litoral-Costa Quebrada”, por un importe de 4 millones de euros, para contribuir a alcanzar un objetivo macro: la descentralización de la actividad turística, mediante la vertebración de oferta turística sostenible y su promoción, en un entorno natural, único por sus características geológicas, valor paisajístico, natural y cultural, la franja costera norte de la ciudad, que coincide con la demarcación del Parque Geológico Costa Quebrada.

En comercio vamos a desarrollar dos proyectos para mejorar y revitalizar los establecimientos de la ciudad por importe de 2,8 millones de euros y en movilidad sostenible otros nueve, para los que hemos obtenido una subvención de 7,6 millones de euros, para conseguir una mejora de la calidad del aire y reducción del ruido, el impulso de la descarbonización de la movilidad urbana y la potenciación del transporte urbano.

Además, hemos logrado otros 3,1 millones de euros para poner en marcha una veintena de actuaciones dirigidas a impulsar y mejorar los espacios verdes de la ciudad, que se desarrollarán de forma coordinada entre el Ayuntamiento, Seo Birdlife, Amica, Universidad de Cantabria y Fundación para la Investigación del Clima. Y, por último, hemos conseguido 827.800 euros para poner en marcha un proyecto piloto para intentar reincorporar al mercado laboral a los santanderinos que perciben el Ingreso Mínimo Vital (IMV) con una formación que permitirá que 72 personas tengan acceso a un puesto de trabajo durante tres meses.

¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta en la actualidad Santander y su Ayuntamiento?

Los retos son lograr ese posicionamiento de Santander como la Ciudad de la Cultura del Norte de España; seguir manteniendo esa excelencia turística para lograr un turismo de calidad y en todas las épocas del año; conseguir transformar la ciudad en un espacio más amable con el peatón, con menor contaminación atmosférica y acústica; lograr atraer más empresas y generar empleo; y consolidar ese ecosistema local de innovación dirigido al ciudadano, a través del proyecto Smart Citizen.

Para terminar, ¿qué supone el ascenso de un histórico como el Racing de Santander a la Segunda División del fútbol español para la ciudad?

Supone mucha ilusión y muchas expectativas para la ciudad de Santander. Es un ascenso muy merecido y un escalón más para llegar a Primera División, que es el lugar que debe ocupar nuestro Racing. Así que afrontaremos la nueva temporada de la mano del club y de los aficionados para impulsar al equipo a su próxima meta. El fútbol es muy emocional y moviliza a muchos seguidores de toda España, lo que repercute positivamente en la economía de la ciudad, así que seguiremos alentando a los ciudadanos para mantener viva nuestra legítima aspiración de llegar a Primera División. Los santanderinos estamos muy orgullosos de nuestro equipo, que cuenta con una afición impresionante y digna de mérito, por lo que esperamos seguir celebrando con ellos nuevos éxitos los próximos años.