Hacer vacaciones beneficia a la empresa
Actualidad | Redacción Ejecutivos | 11 de julio de 2024
Cuadrar las vacaciones de los trabajadores acostumbra a ser un croquis, y en los peores de los casos un quebradero de cabeza, para una empresa. Sin embargo, este periodo de desconexión tiene también numerosos beneficios para la compañía. «Las vacaciones son cruciales para el trabajador porque permiten un descanso necesario de la rutina y el estrés que provoca el trabajo», explica Enrique Baleriola, profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
Según Baleriola, desconectar tiene beneficios tanto mentales como físicos independientemente del trabajo que se tenga. Físicamente hay una reducción del estrés, con una bajada del cortisol, mejora el sueño y, por lo tanto, la atención, la concentración y las relaciones en caso de que se trabaje de cara al público cuando se vuelve al trabajo. Mentalmente se reducen los síntomas que provocan el conocido como burnout (síndrome del trabajador quemado), mejora el estado de ánimo y aumenta la creatividad y el bienestar emocional porque hay un fortalecimiento de las relaciones sociales y familiares. «Todo ello hará que cuando se vuelva de vacaciones aumente la producción y la creatividad laboral y se fortalezcan las relaciones y el ambiente de trabajo«, deja claro el profesor de la UOC.
Ante estos beneficios, añade, la empresa debe fomentar las vacaciones e incentivar que toda la plantilla desconecte, dejando claro cómo serán y cómo se garantizará la desconexión digital. «Las vacaciones no son un lujo que las compañías regalen a los trabajadores, sino que es una necesidad para el bienestar físico y mental que repercutirá positivamente en la empresa«, añade el profesor de la UOC.
¿Cuántos días de vacaciones son necesarios?
Lo primero que se tiene que dejar claro, según Baleriola, es que no hay una única respuesta, puesto que dependerá de la persona, el sector en que trabaje, su responsabilidad dentro de la empresa y el contexto. «No es lo mismo vivir en una ciudad donde hace mucho calor que en un pueblo de montaña donde las temperaturas son más agradables», ejemplifica.
Ahora bien, según Baleriola lo mínimo tendrían que ser entre 10 días y dos semanas para que los efectos de las vacaciones sean realmente efectivos. «Es muy difícil desconectar del trabajo y conectar con el descanso de un día para otro, aunque te vayas al otro lado del mundo; por lo tanto, hay que ajustar nuestras expectativas para no frustrarnos». Durante los primeros cuatro o cinco días, añade el profesor de la UOC, muchas personas todavía están en proceso de desconexión, de salir de la rutina, de no despertarse a las siete sin despertador. «Pasa lo mismo con la reducción de las hormonas del estrés y el cansancio mental acumulado», detalla. Ahora bien, Baleriola también destaca que hay trabajadores, los que menos, que consiguen hacer una desconexión de golpe, pero esto también tiene sus desventajas, como por ejemplo que «descansar de golpe les genere estrés».
¿Por qué cuesta tanto desconectar?
«Vivimos en una cultura de la disponibilidad constante en que se da por hecho que tenemos que estar atentos al trabajo y al correo electrónico todas las horas del día todos los días de la semana; esto provoca culpa y ansiedad a la hora de desconectar», apunta el profesor de la UOC. También acostumbra a ser difícil, añade, porque la carga de trabajo suele ser muy elevada y literalmente no se ha podido dejar todo el trabajo terminado antes de las vacaciones. «El perfeccionismo y el no saber delegar son otros factores que también intervienen a la hora de hacer el cambio de chip». Para conseguirlo, recomienda el profesor de la UOC, hay que hacer una planificación de las últimas semanas de trabajo y que los últimos cuatro o cinco días antes de empezar vacaciones se dejen para hacer tareas más mecánicas.
A pesar de esta cultura de la disponibilidad, el profesor colaborador de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC, Manel Fernández Jaria, recuerda que durante las vacaciones el trabajador tiene el derecho de no contestar mensajes, llamadas o cualquier otra comunicación de la empresa gracias a la conocida como ley de desconexión digital. «La Ley Orgánica 3/2018 de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales, en su artículo 88, establece el derecho a la desconexión digital fuera del horario laboral. Este derecho se garantiza para respetar el tiempo de descanso, los permisos y las vacaciones de los trabajadores, así como su intimidad personal y familiar. El objetivo es evitar que la conectividad constante se traduzca en una prolongación de la jornada laboral y afecte negativamente a la salud y el bienestar de los trabajadores», concreta.
Fernández Jaria da una serie de consejos para los trabajadores tanto antes de coger vacaciones como durante el retorno para que puedan conseguir una buena desconexión:
1. Planifica con antelación:
- Solicitud de vacaciones: asegúrate de pedir las vacaciones con suficiente antelación. Es importante obtener la aprobación de tu superior o del departamento de recursos humanos y una buena coordinación con el equipo de trabajo.
- Calendario: revisa el calendario de proyectos y tareas para evitar solapamientos importantes con acontecimientos o plazos críticos.
2. Comunícalo a tus compañeros de trabajo y clientes:
- Aviso previo: informa a tus compañeros de trabajo, a los clientes y a otras partes interesadas de tus fechas de vacaciones con tiempo suficiente.
- Mensaje automático: configura un mensaje automático de correo electrónico indicando que estás de vacaciones, la duración de las vacaciones y con quiénes pueden contactar en caso de urgencia.
3. Delegación de tareas:
- Asignación: asigna tus tareas urgentes a un compañero de trabajo de confianza que pueda gestionarlas durante tu ausencia.
- Instrucciones: proporciona instrucciones claras y detalles necesarios para la realización de las tareas delegadas.
4. Finaliza las tareas pendientes:
- Priorización: acaba las tareas más urgentes e importantes antes de irte. Esto evitará que se acumulen tareas y estresen a tus colegas.
- Documentación: deja la documentación clara y detallada sobre los proyectos en curso para que los demás puedan seguirlos fácilmente.
5. Preparación para el retorno:
- Agenda: organiza tu agenda para tu retorno, planificando reuniones y tareas de forma que tengas tiempo suficiente para ponerte al día. Al volver, programa una agenda que no sea demasiado exigente y procura empezar a mitad de semana; la reentrada tiene que ser programada y progresiva, es importante ir haciendo el cambio de vacaciones a trabajo a un ritmo progresivo.
- Mensajes y correos: establece un tiempo para revisar los correos y los mensajes acumulados durante las vacaciones. Esto te ayudará a priorizar las tareas al volver.